A más de 1100 metros de altura se asentó, por el siglo III o II antes de Cristo un grupo de vecinos que hicieron casa a unos dos kilómetros de lo que hoy es la localidad de Paradela de Muces, enmarcado en el municipio de Priaranza del Bierzo, con unas vistas inigualables al Bierzo.
Es el ahora recuperado castro de la Peña del Hombre, uno de los emplazamientos prerromanos, ejemplo de la cultura castreña del noroeste de la II Edad del Hierro.
Hoy se puede ver marcado ese espacio, tras recuperar de la tierra una muralla de unos doscientos metros de longitud y unos tres de anchura, aunque podría haber sido mucho más alto, con unos cuatro o cinco de altura. Se ve también un foso excavado en la roca.
Una media hectárea recorre este castro, con una torre defensiva.
En las excavaciones efectuadas se han localizado objetos valiosos de cerámica y también de metal.
En la excavación realizada en 2016 se encontraron patrones similares a los de asentamientos y castros astures de la Segunda Edad de Hierro.
Aparecen una veintena de construcciones con muros en piedra, organizadas en ocho unidades, cuadradas y algunas de ellas pegadas a la muralla. Se localiza también en ellas un patio de entrada que da acceso a la cocina y a las habitaciones u otras estancias que se usarían como almacenes.
Se cree que el castro tuvo una ocupación de unas cien personas y que crecieron al calor de la agricultura y de la ganadería. Aún hoy reciben a los turistas un conjunto de vacas que dan cuenta de ese pasado, que acabó con el traslado de sus habitantes, se cree que por voluntad propia, cuando los romanos se asentaron en la zona.
Fue entonces cuando la fiebre del oro lo cambió todo. Y Priaranza entonces se hizo sirviente de la cercana mina romana de Las Médulas. Para ella talló su montaña, creando un canal romano que la surtiera de agua y que saldría de los montes de Valdueza, recorriendo los Aquilianos hasta Orellán.
Los canales alto y bajo, de 51,7 y 71,7 km respectivamente, circulan por las poblaciones de Peñalba de Santiago, Montes de Valdueza, San Clemente de Valdueza, Valdefrancos, Villanueva de Valdueza, San Adrián, Santa Lucía, Rimor, Priaranza, Villavieja, Paradela de Muces y Voces, antes de llegar a los depósitos de almacenamiento en Las Médulas. El canal bajo finalizaba en la cota de la actual localidad de Orellán, y el alto confluía con los canales 4 y 5 que, procedentes de la red meridional (cuenca del Cabrera), finalizaban en el gran depósito del Campo da Braña, la zona de mayor altitud de la explotación (cota 980 m snm).
Pero el paso de los romanos no quedó en esas estructuras que aún hoy se pueden ver y recorrer. Se cree que en la defensa de esa actividad de explotación del oro se pudo crear, como destacamento militar, el actual castillo de Cornatel, que se correspondería con el castillo de Ulver recogido en la documentación de la Alta Edad Media, y que habría ocupado la situación de un antiguo castro.
Cornatel después creció en otros contextos más allegados a la actualidad y a la historia del Conde de Lemos, pero su pasado romano queda en las huellas bajo la tierra en la que se asienta.
