La campaña de producción de miel en el Bierzo durante este 2023 ha sido"desastrosa", tal y como reconoció el presidente de la Sociedad Cooperativa Apícola del Bierzo, Javier Morán, en la presentación de la VI edición de la Feria de la Miel de Camponaraya.Diferentes factores, como las inclemencias del tiempo, la amenaza del oso y, sobre todo, de la vespa velutina (causante de alrededor del 80% de las pérdidas en la comarca), han impedido alcanzar los cuatro kilos de producción por colmena de media. En total, la cifra de este curso es de 200.000 kilogramos, cuando la previsión era superar el millón de kilos. Es decir, el resultado es inferior en una quinta parte al óptimo.
Ante esta problemática, Apícola del Bierzo solicitará en fechas próximas una reunión con la administración responsable del control de especies invasoras en Castilla y León para pedir un nuevo protocolo de actuación que reemplace al actual, "el cual ya estaba obsoleto cuando se creó y ahora todavía lo está más", y la consignación de una cantidad presupuestaria para que esta actualización "sirva para algo". Actualmente, la gran mayoría de los municipios del Bierzo carecen de medios humanos y económicos para luchar contra la vespa velutina, y el protocolo vigente exige que dentro de zonas urbanas deben ser los ayuntamientos los que actúen.
Asimismo, la saturación del Bierzo es uno de los principales aspectos que debe mejorar la actualización de la normativa para conseguir más espacio para instalar colmerares. "La norma está puesta en 2007 y está obsoleta. Las distancias y la forma en marcar las zonas para marcar los asentamientos nuevos está mal. La orografía del Bierzo es peculiar y no tiene nada que ver con otras zonas de Castilla y León. Estamos totalmente en contra de la Política Agrícola Común (PAC), que pide que la separación entre asentamientos agrícolas sea de un kilómetro siempre que superen las 50 colmenas, y la Junta exige que sea de dos kilómetros midiendo en plano, sin fijarse en la orografía, lo que lleva un desaprovechamiento de las zonas del Bierzo idóneas para esto", explicó Morán.
Sin un cambio rápido de normativa se podría ocasionar en un futuro próximo la fuga de apicultores profesionales para instalar sus colmenas en otras zonas, puesto que los costes fijos han aumentado en España y, mientras tanto, en otros países competidores como Argentina o India son "claramente inferiores". "Es bastante complicado competir porque además tenemos mucha presión por parte de alguna administración pública en cuanto al cumplimiento de los diferentes reglamentos", señaló Javier Morán.
Actualmente, el sector apícola berciano se encuentra intentando abrir fronteras más allá de Europa -como en los países árabes- una vez se ha instalado en el viejo continente. "Hay países que tienen mieles similares en cantidades y, como tienen costes de producción muy inferiores, pueden llegar a los mercados con unos productos mucho más baratos que los nuestros", lamentó.
Los profesionales acumulan ya cuatro años con pérdidas y están viviendo actualmente a base de préstamos personales. "Con las cantidades actuales, el apicultor del Bierzo, si quiere sobrevivir, tendrá que mover las colmenas", afirmó. Además, de repetirse el próximo año la producción actual, los 200.000 kilogramos conseguidos en este 2023, "no vamos a poder suministrar a todos los mercados a los que estamos yendo, por lo que tendremos un problema de narices".
No obstante, en cuanto a puntos a favor, el presidente de la cooperativa apuntó al laboratorio agroalimentario instalado en Camponaraya, el cual es el único acreditado en Castilla y León y se encuentra en continua colaboración con los otros dos existentes en España para potenciar el producto. "Seguimos luchando por la miel de calidad que existe en el Bierzo, pero cada vez se nos pone más complicado", comentó.