El presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Olegario Ramón, anunció el reconocimiento que la FEMP, junto al Gobierno de España, le ha dado a un programa de este ente en el noveno Concurso de buenas prácticas locales contra la violencia de género contra las mujeres. Ha sido el llamado Programa Alba, activado en noviembre de 2021, capitaneado por la consejera Carmen Doel, y por las técnicas Loli Haro del área de Igualdad y Mónica Salví, además de dos técnicas del Consejo y una psicóloga, psicopedagoga, abogada y una promotora de igualdad de oportunidades, el que ha obtenido el reconocimiento nacional valorando "su carácter innovador y las posibilidades de replicarlo además de su eficacia real", explicó Ramón.
Se ha seleccionado entre proyectos de mucha calidad y ha sido premiada junto a los de Miranda y Guadalajara.
El 24 de marzo, en la sede de la FEMP recogerán el galardón.
Doel explicó que el programa ofrece un servicio integral e itinerante, incluye asesoramiento jurídico, psicológico e inserción laboral para las víctimas de violencia machista y su entorno. Ese enfoque tan abierto permite "darles herramientas para rehacer sus vidas".
El programa nace de la necesidad localizada en el departamento laboral, explica Haro.
Gracias a este programa han podido hacer pactos con el programa Amanecer de Cáritas, Alzheimer Bierzo con centros de salud o educativos entre otros.
A través de este programa han nacido otros más específicos como el para hijos e hijas de las receptoras del programa. "Creemos que ha sido una ayuda clave" para las mujeres en esta situación, dijo Doel. Este programa está destinado a jóvenes de entre 16 a los 25 años, ampliable a 30. En este momento hay 5 jóvenes él.
Con Alba han ayudado a las mujeres en el rural, que son el 55% de la totales, que suman 171 de todas las edades , aunque por violencia machista en sí son 128, el resto llegan al programa a través del departamento laboral. Han ayudado a que saquen el carnet de conducir en 11 casos, o a que homologuen sus titulaciones en 7. Con ellas han realizado 641 sesiones, la atención oscila entre 3 y 11 sesiones por cada uno de los casos.
Haro reconoce que 171 "son muchos casos" para la comarca.
"El programa se ha convertido en un referente en El Bierzo", dice Doel. "El premio es un impulso para seguir avanzando en la violencia de género".
Las mujeres atendidas se acercan al programa por distintas vías. Desde el Consejo se ha acercado el programa a distintos centros educativos, centros cívicos... "donde pensamos que había un mayor movimiento de mujeres. Pero suelen venir de la mano de los ayuntamientos y el boca a boca es lo que más funciona", dice Haro.
La violencia no tiene diferencias del rural al entorno urbano, incluso hay varios casos de mujeres viudas y lo que se detecta en ellas es que "tienen carencias emocionales notables. Cuando llegan ya llevan mucho tiempo recibiendo malos tratos". Lo primero es resolver esa ayuda emotiva para después hacerla a otros niveles como el laboral.
"Somos mujeres que ayudamos a otras mujeres" y eso es lo más satisfactorio para Haro, conseguir que "vuelvan a sonreír".
Lo característico que tiene el programa es que no hace falta que pongan una denuncia para darles ayuda. Solo el 40% ha puesto denuncia pero el resto no "nuestro objetivo es que ella tome la decisión cuando esté preparada".
Haro apunta que son siempre las mujeres las que piden ayuda para otras mujeres o para sí mismas "algo curioso" porque nunca ha sido una demanda masculina la que abre la espita del problema,