Se va tras casi 25 años siendo la cabeza de su municipio y remangándose para verlo evolucionar. Y ese considera que es el regalo que se lleva. Haber pasado de "solo pagar facturas que se me reclamaban" cuando entró, en el año 2000, a tener capacidad inversora y haber desarrollado proyectos que "sobre todo han aportado valores" a su municipio. Deja "la primera línea" política dice, pero no la corporación. Se queda como concejal, como bastón de sus compañeros y lo hará ya el 5 de diciembre. En su puesto quedará el teniente de alcalde, Alberto Quiroga y asegura que con él estará un grupo de personas que tienen sus mismas inquietudes. Durante estos años destaca esos equipos que ha construido y sobre todo, el respaldo ciudadano, que ha seguido su proyecto con mayorías absolutas. Incluso, en este último mandato, cuando rompió con su partido de siempre, el PSOE, por "una trampa", dice, con la que quisieron dejarle de lado de la candidatura, sus vecinos le siguieron. Se presentó por unas siglas independientes 'Toral y sus Pueblos', una candidatura que tuvo que preparar de forma acelerada, pero el respaldo ciudadano volvió a auparle. Con eso se queda y así se lo ha querido decir a sus votantes con una carta en la que les da las gracias por ese apoyo y se presta a seguir ayudándoles con la misma intensidad que lo ha hecho en este cuarto de siglo.
-Son 25 años como alcalde ¿qué balance hace de ese dilatado paso por el Ayuntamiento?
-Ha llegado el momento de relajarse un poco pero quedo como concejal. Me llevo el haber colaborado siempre con la gente y ahora dejo a personas que sé que también van a aportar soluciones. Mi balance de este paso es muy positivo porque es un orgullo que mi pueblo me haya apoyado siempre con mayorías absolutas, incluso cuando me presenté con unas siglas independientes, con un proyecto que tuvimos que sacar adelante en 15 días. Creo que han entendido el trabajo que hemos hecho. Estoy muy contento con mi pueblo. Nuestro compromiso con él ha dado sus frutos. El municipio ha cambiado totalmente en positivo desde que hemos llegado. Los valores de convivencia son importantes. Siempre hemos trabajado con honestidad y dedicación, siempre para los ciudadanos. Qué más orgullo puedo tener que haber intentado solucionar sus problemas. Y he conseguido que haya un grupo de gente joven comprometida con el Ayuntamiento. Y se ha conseguido bienestar, con los recursos de los que disponemos. Por eso abandono el cargo contento.
-¿Con mal sabor de boca político por lo ocurrido al tallar la candidatura en las últimas elecciones, en las que el PSOE le dejó fuera?
-Hombre, eso lo hace más sencillo. Se hicieron pequeñas trampas para que saliera otra persona y no yo. Eso no me pareció bien y creo que el partido debería tomar buena nota del descalabro electoral que sufrieron por ello. El PSOE está perdiendo los valores y es algo que no acabo de entender. Creo que fue una buena decisión la que tomé. Si la población no me hubiera apoyado me hubiera retirado. Pero lo hizo y eso me hace seguir trabajando, algo que no dejaré incluso ahora como concejal. El pueblo se lo merece.
-¿Qué ha sido lo peor y lo mejor de todo este tiempo gobernando Toral?
-Lo mejor han sido los proyectos conseguidos, que han sido muy importantes, y la solvencia económica del Ayuntamiento. Cuando llegué, lo único que tenía sobre la mesa era solucionar el pago de facturas. La construcción de edificios no existía, y ahora tenemos incluso un importante patrimonio municipal, y tenemos recursos. Lo peor han sido, precisamente, estos últimos años de diferencias con mi partido por un capricho. Creo que tenía que haberse respetado a la mayoría y se equivocaron. Yo tomé mi camino y puse en evidencia a los oponentes. Fue un trago muy amargo.
-¿Queda en la cartera algo por hacer?
-La zona logística. Trabajé mucho por ella y hasta el presidente del Gobierno en aquel momento (José Luis Rodríguez Zapatero) lo había firmado, pero no salió. No ha sido por culpa del Ayuntamiento. Fue una disposición del Gobierno. Eso duele, pero el trabajo de un alcalde es así y hay que ser positivos y seguir luchando. Pero me he sentido muy a gusto en el cargo. No te puedes imaginar las hornadas de vecinos que muy cariñosamente han querido despedirse de mi. Ahora quiero pasar a una segunda línea, pero seguiré ayudando a mi municipio.
-¿En el corazón se lleva algún proyecto propio que no haya podido realizar?
-No. Creo que se ha conseguido todo lo que pretendía. Hemos tenido años en los que hemos podido hacer frente a cualquier proyecto local. Queda ver iniciar ese primer tramo de la A-76 o el desarrollo del ferrocarril. El problema general de todos los ayuntamientos es la falta de infraestructuras. Lo que más pena me da es que los políticos no tiren por nuestra comarca en este sentido. Estamos casi aislados. Desde Madrid y Valladolid no se hace nada. Estamos muy olvidados. Y esto influye en todo. Por lo demás, en desarrollo local, no me ha quedado nada por hacer.