Ramón considera que, tras las experiencias favorables con las obras en las calles Camino de Santiago y Gómez Núñez, se habían suprimido las reticencias, pero ahora regresan y manifiesta que continuará reuniéndose con los grupos que mantengan dudas para eliminarlas "explicaremos lo ya explicado porque somos de buscar consensos, pero, si ya había acuerdos y si lo que se ha hecho en otras zonas y en otras ciudades es positivo, hay que seguir ese camino. Hay que seguir haciendo pedagogía", dijo.
Pero también advierte que ese proceso es irrenunciable por normativa europea que exige activar esas zonas cero emisiones para las que el Ayuntamiento ha conseguido un apoyo económico potente de 2,5 millones, que se suma al propio, subiendo a más de tres millones.
En cuanto a la solicitud de más aparcamientos en la zona comercial, el regidor considera que las distancias en la ciudad desde los aparcamientos disuasorios son cortos. Ramón ve en estas reticencias un problema que regresa cuando comienzan obras o se anuncian "pero es mayoritaria la opinión a favor y, aunque no lo fuera, va a ser obligatorio desde el 1 de enero de 2023, y además hace a las ciudades mejores", dijo.