El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, visitó las obras de restauración ambiental en la antigua mina Gran Corta de Fabero que se iniciaron en 2022 con un plazo de ejecución de 36 meses de inicio, aunque se ha estirado ese tiempo y se estima que las obras rematarán en 2026.
Son 38 millones los que se están invirtiendo en esta mejora que Sen aplaudió por considerar que contribuirán al desarrollo económico de las pedanías.
Las obras, que ya están al 75%, se han iniciado con la descontaminación de los terrenos para pasar a afianzar los taludes y después ya a la recuperación del terreno, que incluye la plantación de 680.000 árboles "que van a ayudar a dinamizar el entorno". Son 722 hectáreas en las que se establecerán espacios para los visitantes, áreas de descanso y centros de interpretación que hablen de esta zona, destacó Sen.
El delegado de Gobierno asegura que las obras pretenden "devolver a estas tierras la aportación que han hecho poniéndose a disposición de todos los ciudadanos" en cuanto al calado energético del país. También hizo hincapié en el volumen de empleo que mueve la obra con 70 personas procedentes de las antiguas empresas mineras.
Esta actuación se engloba en el Plan de Recuperación y Resiliencia, para el que el Gobierno invirtió 4.000 millones de euros que se han inyectado a la economía de Castilla y León, destacó el delegado, más de 516 del total, un 13% de los fondos para León. Y dentro de ellos está "esta importante inversión que el Instituto para la Transición Ecológica y el Miteco realizan", a través de Tragsa para la recuperación de esta "emblemática explotación" que hablará del pasado y del futuro de la zona.