El reloj de la calle de que le da nombre en el casco antiguo de Ponferrada está estropeado. Se ha quedado anclado en las cinco desde hace días, afectando al fin de año, cuando muchos ponferradinos escogían comerse las uvas mágicas mirándolo de frente.
Las campanadas suenan a sus horas, pero las agujas no se mueven y el Ayuntamiento, según aseguró el alcalde, Marco Morala, ha encontrado “muchas dificultades” para encontrar a un profesional que pueda poner el mecanisno de las agujas a tono.
Será a partir del día 7 de enero, asegura Morala, cuando se espera que un relojero de Galicia se desplace para ponerlo en marcha.
Obras en el zaguán del Ayuntamiento
Además, el nuevo año se inicia con otras obras dentro de la Casa Consistorial “se está reorganizando la casa”, explicó Morala. “Encontramos un ayuntamiento caótico y lo primero fue reorganizar el registro municipal”, recuerda. La segunda remodelación se refiere al zaguán. La obra consiste en trasladar el servicio de informática y los ordenanzas “para mejorar la calidad d trabajo para los empleados municipales y para prestar mejor los servicios a los administrados”, explicó el alcalde.