La acerera berciana Roldán ha vuelto a reunirse con los representantes de los trabajadores para proponer la prórroga del último ERTE que culmina el 30 de este mes y que inició el año con su activación. "Tenemos que negociar las condiciones y los tiempos", explicó el presidente del comité de empresa a LNC, Juan José Núñez, aunque no quiso desgranar en qué había consistido la primera reunión. "No diremos nada hasta que se ponga sobre la mesa las condiciones", dijo, en la reunión que celebrarán este lunes 24 de marzo. Pero a priori, los trabajadores valoran que será la manera de proceder de la empresa, que vuelve a justificar esa prórroga en "causas productivas, económicas y de organización", como sucedió con el anterior.
Roldán lleva recurriendo a este tipo de expedientes desde hace años y esta sería la octava vez que se pone sobre la mesa desde 2023.
Este ERTE que culmina el día 30 se activó hace dos años con entradas y salidas según los requermientos de la empresa y de manera rotatoria para toda la plantilla, que suma 400 empleados, con reducciones salariales de un 25% de media.
Los trabajadores están acostumbrados ya a esta situación aunque surge la incertidumbre de cuándo salir de ella. Ahora esperan conocer las condiciones y tiempos que, de inicio no esperan que sean de plazos largos.
Desde 2019, la acerera ha fluctuado entre las condiciones normales de trabajo y los ERTEs, pero, en los últimos dos años, la medida casi no se ha levantado. Lo hizo en noviembre de 2023, cuando el ERTE se había aplicado el 10 de octubre de 2023. Aunque de inicio se había activado solo por 20 días, se estiró a algo más de un mes porque disminuyó la cartera de pedidos, según hizo ver la dirección de la empresa a los representantes de los trabajadores. Ese ERTE afectó a un tercio de la plantilla en ese momento y fue activándose primero por los operarios que tenían que poner en funcionamiento la maquinaria.
Roldán concretaba que esperaba mantener la actividad al menos hasta fin de año, puesto que se ha convertido en una tónica que, en esos meses de despedida anuales se activa una regulación de este tipo. La acerera siempre ha tenido un as en la manga dentro de los ERTES, poder activarlos en 48 horas por cuestiones de baja de pedidos.
En ese momento, las previsiones que marcaba el delegado de los trabajadores era cruzar los dedos, pero veía cerca, de nuevo, la activación del ERTE. En él estaban empresas punteras como Renault en ese momento y eso influía en que el resto también le diera al botón.
En todo caso, soportar el empleo, que se ha mantenido en los 407 trabajadores en plantilla es para ellos lo mejor que han conseguido arañando tiempo con los ERTEs constantes.
Y 2024 empezó con ERTE, cumpliendo los temores del delegado sindical, aplicando un expediente, de nuevo, desde el día 1 para 250 trabajadores de la planta, -a excepción de las secciones de mantenimiento y expediciones-. Era la quinta etapa del ERTE que se mantenía hasta marzo. Del lado positivo, Núñez aseguraba que la aplicación de esta medida de regulación de empleo por parte de la dirección de Roldán garantizaba a los trabajadores el 85% del salario y el cien por cien de las pagas extras.
El 20 de diciembre habían cerrado otro proceso de ERTE, que, en ese caso, había afectado a 300 empleados de forma escalonada de las secciones de laminación y acabados. "Amplian el ERTE porque pueden hacerlo", aseguraban desde la parte sindical, ya normalizando una situación que se justificaba en la bajada de precios y de pedidos.
Hasta marzo de 2024 era el plazo de ese ERTE pactado y se acercaba su cierre con la esperanza por la parte laboral de que "las cosas vayan mejorando", decía Núñez. Al menos, veían que el cierre de Roldán estaba lejos, porque el grupo al que pertenece, Acerinox, seguía apostando por mantener inversiones en él.
En mayo de 2024 se activaba de nuevo el ERTE pero esta vez se justificaba en la falta de suministros derivada de la huelga de la fábrica que vivía el Grupo Acerinox en Cádiz. El 2 de junio se volvía a tomar esta medida, un mes después de salir de otro proceso de ERTE.
La fábrica matriz de Acerinox en Cádiz es la que suministra a Roldán la palanquilla, la materia prima y eso hacía que no pudieran seguir el proceso de producción mientras no se conseguía ese suministro de otra de las fábricas. Un centenar de la plantilla se fue para casa de inicio y a ellos se sumaron 150 más a los diez días. Sus condiciones laborales fueron el cobro del 85% del salario, una cantidad que se rebajaba a los 120 días de vigencia al 75%. Lo que sí se consiguió en ese momento es que, los trabajadores que ya no tenían paro acumulado, esquivaran esa medida.
El ERTE se siguió activando por esas causas a lo largo del año, el último en diciembre de 2024. El día 13, cuando solo se había vuelto a la normalidad un mes, y en plenas fiestas navideñas, Roldán reactivó el ERTE. Ha escogido esas fechas desde 2019 por la bajada de pedidos que se suele dar en el último tirón del año.
Y 2024 acabó con un mal sabor de boca para Roldán. El informe anual presentado por la compañía ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hablaba de que se había cerrado 2024 con unas pérdidas de explotación de 27 millones de euros, más del doble que el año anterior.
La huelga en el grupo Acerinox le tocó de lleno, con unas pérdidas de 21,6 millones de euros en el balance global. Y la producción también cojeó. De las 44.479 toneladas de laminación en caliente que contabilizó en 2023 pasó a 42.227 toneladas en 2024.
El ERTE se renovó por un año y culmina el 30 de marzo, pero la empresa ya ha determinado su intención de continuar con él y este lunes irá desgranando de qué manera lo hace.