Los anuncios por las redes solicitando personal para la recogida de frutas comienzan a palpitar con fuerza porque, a mediados de este mes, las cuadrillas deben estar ya preparadas para un mes de recogida. La bolsa de temporeros se abre por parte de los fruticultores que, según la Asociación Berciana de Agricultores, necesitarán unos 1.500 trabajadores para una cosecha que se espera buena. Este año, la campaña empieza fuerte y, en los primeros días de llamada, ya han sido más de un centenar las personas interesadas en sumarse a esta propuesta. Son los nuevos trabajadores, porque los fruticultores se ven atados, algo que les supone una traba burocrática a esos nuevos contratos fijos discontinuos, que les hace contar con los trabajadores de campañas anteriores de principio. Eso hace que se les complique ese trabajo administrativo “porque muchas veces son personas que están trabajando en otra cosa y que aquí solo lo iban a hacer una semana”, explica uno de los agricultores.
Pese a que la agrupación había solicitado que se exceptuara a estos trabajadores para considerarlos temporeros y así poder abrir la mano a todos los que quisieran, cada año, participar en unos días de trabajo, no se les ha permitido y acusan a la administración central de utilizar este método para “maquillar” los números de parados.
La asociación calcula que la mano de obra rondará este año los 1.500 empleos. De momento, al margen de las reservas de contratados de otras campañas, se han sumado a la bolsa de trabajo un centenar de personas, lo que supone ya un repunte con relación a campañas anteriores. No se esperan problemas, como se han dado en campañas anteriores, de falta de personal, aunque el presidente de la ABA, Daniel Franco admite que el trabajo es duro, más con el calor que se vive en la comarca estas últimas semanas, algo incontrolable para la agricultura que, por otro lado, cada vez se tecnifica un poco más para facilitar ese trabajo.
Se espera una campaña sin altibajos
La ABA espera una campaña que recupere los datos de la de 2023, en la que se recogieron 13,5 millones de kilos de Pera Conferencia, una cantidad que era superior a la del año anterior en un 25%. El dato numérico es bueno y, en cuanto a la calidad, también parece serlo, exceptuando las zonas de producción en las que el pedrisco que tocó fuerte a la comarca en dos jornadas potentes, dañó el fruto. En esas zonas sí hay producción, pero deberá ser “más escogida” que en el resto. Así las cosas, la calidad parece que será buena y todo se prepara ya para la recolección.