De hecho, la Wikipedia lo marca como despoblado, asociado al pueblo de San Vicente. Y es con él con quien hace algo más de dos años inició un plan de repoblación que se convirtió en el icono de la España Vaciada en medio de la pandemia. El resultado, poco, según reconoce el regidor de Arganza, César Antonio Cabezudo. No ha habido nuevos censados y tampoco demasiado movimiento en la agrupación que nacía con mucha fuerza. Pero también asegura que La Retuerta no está despoblada, como marca la información virtual.
Han pasado más de dos años de ese proyecto de repoblación que había trazado la agrupación de San Vicente de Arganza y el barrio de La Retuerta, en el municipio de Arganza. Con toda la fuerza de las 30 personas que la componían, aunque solo siete vivían en San Vicente. Nacían en pandemia y veían en ella una oportunidad, por el interés que comenzó a tener el paso de la ciudad a los pequeños pueblos. Pero, para ello, sabían que había mucho que reivindicar, conexiones con Vega de Espinareda, con Quilós, recuperar el patrimonio arquitectónico, contar con internet.
Aunque en San Vicente solo había siete vecinos en ese momento, 15 ocasionales,los propietarios se implicaron siempre en mantener en pueblo de alguna manera. Incluso cuando se quedó solo con un vecino, en 2006, el pueblo seguía atendido. Pero la idea de repoblar, con la recuperación de la normalidad, parece haberse quedado estancada y no se deja notar en las cifras de vecinos, lamenta el regidor, que sí apunta que, desde un principio, el Ayuntamiento quiso apoyar a los vecinos "porque era una idea muy bonita e interesante, pero parece que no hubo la repoblación que se buscaba", explica.
¿El pueblo entero en venta?
Ahora Cabezudo ve el cartel de "se vende" en la Retuerta pero asegura que Böttcher no está vendiendo el pueblo "entero", como anuncia, sino sus propiedades "vinieron hace muchos años, primero ocupando terrenos que luego fueron comprando, pero no es todo el pueblo suyo", abunda. El regidor asegura que sí se han ido construyendo casas en él, donde hay unos 4 censados "que vienen y van a lo largo del año" y que han mantenido un pequeño latir en el pueblo. Böttcher fue de los primeros que llegó al pueblo y mantiene esa venta que, además, quiere que sea con personas "que sigan nuestras ideas" y no compradores que especulen con el suelo. La Retuerta no se queda sola de momento, Böttcher apunta que, a las afueras del pueblo se quedará una pareja que tiene una huerta, a la espera de comenzar a recibir a los postulantes por ese espacio del municipio de Arganza.