Si para la Junta de Castilla y León, la Agenda 2030 es una asignatura pendiente, lo mismo puede decirse en el ámbito provincial de la Diputación de León, gobernada hasta hace dos meses por el mismo e indolente Partido Popular. Así, durante el último mandato, y en vísperas electoreras, en abril de 2019, la Diputación de León hizo una declaración de cortesía sobre «los retos que vienen ligados a la sostenibilidad del planeta y que quedan recogidos en 17 objetivos ligados al desarrollo sostenible, y en la Agenda 2030, ya que los pueblos y ciudades tienen un papel especialmente relevante que jugar».
Y eso es todo. Como no sería justo reclamar a los recién llegados las deudas de los anteriores, solo nos queda esperar otra sensibilidad sostenible de la nueva corporación provincial, y en especial del grupo socialista y de su presidente, Eduardo Morán, en sintonía con la Agenda2030 que La Moncloa y el Ministerio para la Transición Ecológica ha convertido en santo y seña de todas sus políticas transversales. En algo, radical y muy distinto, tendrán que diferenciarse los partidos de izquierda de las políticas obsoletas del primo de Rajoy.
El Bierzo y sus 37 municipios
En cuanto al Bierzo, por desgracia es de aplicación casi todo lo anterior. Así, en la web del Consejo Comarcal del Bierzo, la Agenda 2030 simplemente no existe; y no he encontrado ningún acuerdo, declaración o actuación del Consejo sobre los ODS en los últimos años. En Ponferrada hubo un pasito simbólico, un poco de postureo: el Pleno aprobó en febrero de 2018 una declaración formal suscribiendo los objetivos de la Agenda 2030 y las Declaraciones de Shanghái y Sevilla, pero desde entonces tampoco ha habido ningún trabajo real en la buena dirección. Quizás lo más valioso, en cuanto a la ciudad de Ponferrada, es su pertenencia a la red Línea Verde Municipal_Smart cities, recogida en la web Línea Verde Ponferrada, en la que se comparten unas interesantes Guías de buenas prácticas en medio ambiente y poco más. En resumen: en cuanto a la Agenda 2030, en Ponferrada está todo por hacer y la nueva corporación municipal, presidida por Olegario Ramón, tiene la responsabilidad de priorizar políticas progresistas y sostenibles y encabezar de una vez por todas la respuesta a la Emergencia Climática. En cuanto al resto del Bierzo, no he encontrado ninguna actuación en ningún otro de los 37 municipios de la comarca, por lo que, salvo error u omisión, todo indica que la Agenda 2030 no ha estado hasta hoy en la «agenda» política e institucional de los alcaldes, concejales y demás representantes de la ciudadanía berciana, ni en sus presupuestos anuales. Tampoco será fácil encontrar esta prioridad en los programas electorales que concurrieron a las elecciones municipales el pasado 26M.
Definitivamente, nuestra clase política vive en otro planeta, rancio y abrasado. En conclusión, hay mucha tarea por hacer, empezando por situar la Agenda 2030 y las metas de los 17 ODS en las prioridades políticas, sociales, presupuestarias, económicas y ecológicas del Bierzo, de su Consejo Comarcal y de cada uno de sus 37 ayuntamientos. Como dice la campaña lanzada esta misma semana desde LaMoncloa: #ODSéate! Vamos a ver el próximo viernes —en la calle y en las instituciones— cuántos de nuestros representantes políticos se solidarizan con la Huelga Mundial por el Clima y cuántos siguen instalados en los viejos modelos: Los chamizos de carbón, los ríos podridos, las incineradoras tóxicas, los plaguicidas masivos y nocivos y todo cuando conduce a la contaminación y la destrucción de la comarca y del Planeta. Los modelos corruptos y tercermundistas que han conducido al Bierzo a su actual estado de pobreza, crisis y abandono. Si la destrucción es el problema, los ODS son la solución: #ODSéateBierzo! Próxima semana: ODS 1, Erradicar la pobreza