Si quiere visitar Las Médulas, pida cita

La Asociación de Promotores de Turismo de Las Médulas, Aprotume, reivindica la gestión única para el paraje Patrimonio de la Humanidad y denuncia que la falta de acción está afectando a los servicios y generando un turismo masivo, aunque «muy poco sostenible».

La presidenta de esta organización, Fina Gómez Morán, alerta así de la falta de coordinación entre las administraciones que tienen recursos humanos y turísticos en el paraje y acusa a la Junta de Castilla y León y al Consejo Comarcal de «echarse la pelota el uno al otro». «Se pelean por la gestión en lugar de preocuparse por proteger este espacio natural único», afirma Gómez al insistir en que «Las Médulas necesita urgentemente una administración fuerte y con recursos económicos».

Las largas filas de coches y autobuses que saturan los aparcamientos y llenan La Cuevona y la cueva de La Encantada durante los fines de semana y los días festivos son para esta asociación una trampa. «Los grupos tan grandes deterioran el paraje», alerta Gómez, que pone como ejemplo los daños en los sotos de castaños este otoño con varias ramas rotas.

A su juicio, es imprescindible aumentar la vigilancia sobre todo los días de mayor actividad y desarrollar un turismo sostenible. La idea de cambiar la mera la foto del paisaje por una estancia cultural y sensible con la historia del yacimiento aurífero requiere de una acción contundente que, según Aprotume, pasaría por acotar las visitas. Algo similar a lo que ha ocurrido con la singular playa de Las Catedrales en Lugo.

«El turismo que llega en masa a pasar un día no es rentable, lo interesante es mantener en el tiempo otro tipo de visitas menos numerosas pero más ventajosas», aclara Fina Gómez, quien insiste en la importancia de mantener en buenas condiciones este legado que dejaron los romanos hace dos milenios y que, dice, «ojalá también pueda ser el futuro de nuestros hijos».

Un deseo para el que hace falta desarrollar nuevas vías de investigación que impulsen Las Médulas a la cima de los paisajes culturales de Europa. El primer paso para lograr esta meta es la mejora de las infraestructuras y los servicios de los municipios limítrofes.

En esta línea, los hosteleros demandan mejoras en el alumbrado, asfaltado de calles y una nueva red de agua potable que no provoque cortes intermitentes durante las estaciones más secas. Unos cambios que repercutirían en un mejor servicio al visitante redundando en un turismo de calidad. «El paisaje es espectacular e imprime una imagen inmejorable, pero lo cierto es que hay otra imagen no tan buena que se percibe y que se puede cambiar», aduce.