La sirena enamorada de Chary Martínez

Chary Martínez hace un paréntesis en sus novelas de terror y fantasía para adentrarse en un libro cargado de amor, sentimientos y profundas reflexiones sobre las relaciones

Ruy Vega
23/02/2025
 Actualizado a 23/02/2025
Ruy con el libro de Chary entre las manos.| L.N.C.
Ruy con el libro de Chary entre las manos.| L.N.C.

Hay autores y autoras de los que, cuando te das cuenta, con el paso del tiempo, ya has leído varios libros. Y eso, realmente, es buena señal. Me ha pasado con Chary Martínez y su última novela, de la que hoy te quiero hablar. La escritora, a quien ya conoces de otras cartas, tiene una prolífica y constante creación, siempre con una nueva historia que contarnos. Esta vez es distinta a las anteriores, donde el miedo y la intriga eran las reinas. Con su última creación se adentra más en las sensaciones, en el pensamiento interno, en, como no, el amor. 

El título es realmente llamativo, y es que mientras habitualmente para una novela se buscan títulos concretos, directos y cortos, este libro lleva uno que, ya desde el principio, nos hace una perfecta descripción del contenido y destaca por su originalidad: De cómo una sirena atravesó el mar en busca de un remoto faro y de lo que allí encontró. 


Sospecho que esta historia que Chary Martínez nos cuenta tienen mucho de fábula, mucho de ficción y mucho de vivencias propias. El amor, que es posiblemente uno de los sentimientos humanos más importantes a la hora de mover la historia y el propio mundo, es el verdadero protagonista, tomando el camino y los ojos de una sirena enamorada. Quién no lo ha estado, quién no ha estado dispuesto a hacer sacrificios por un amor, y, por supuesto, muchos fueron, son y serán, los que sientan que el amor vivido tiene sus aristas, sus picos, valles y cuevas. Y es por eso que, además del título, destaca cómo se aborda el tema desde los ojos de, nada más y nada menos, que una sirena que regresa a un faro donde encontrarse, después de un tiempo, con su amado.  

Creo, es mi opinión, pero seguro que estarás de acuerdo conmigo, que este es el libro más profundo y más certero de su autora, un libro que da un salto hacia arriba es su calidad como escritora. Ya en la primera página podemos leer: «Esta es la historia de una sirena que estuvo anclada a un acantilado demasiado tiempo, presa de una honda tristeza, perenne, como un vasto bosque de puntiagudos abetos. El desamor y la decepción la apartaron del mar".

La novela, podrás darte cuenta con su lectura, está dividida en dos partes. Una primera más fantástica, donde podremos viajar con nuestra sirena bajo el fondo del mar, atravesando con ella distintas dificultades para llegar hasta su añorado faro, y una segunda, donde el amor y los sentimientos, el miedo a lo que pueda ocurrir y el recuerdo del pasado toman las líneas del destino. De la primera, un buen ejemplo es el siguiente texto, del comienzo del viaje de nuestra sirena: «Durante tres días y sus respectivas noches no dejó de nadar. Su corazón, completamente recuperado y recubierto de nácar, era la brújula que guiaba el largo viaje, y su escamosa cola el poderoso timón que la conducía a su destino. La cuarta noche, exhausta, buceó hasta las profundidades para tomarse un respiro.» Venga, otro ejemplo de esta primera parte: «Cuatro amaneceres y cuatro ocasos más tarde, un pensamiento oscuro anidó en la mente de la sirena. Flotaba bocarriba con los brazos en cruz mecida por las olas. El cielo rosado, jaspeado de nubes estrechas, la observaba a su vez cuando pensó que era una aventura muy arriesgada encontrarse de nuevo con su humano de ojos dorados».

Papá, el libro se me hizo corto, pasé por su lectura rápidamente, algo que tú y yo sabemos que es una muy buena señal. Ambos estamos de acuerdo en que los libros que no cuesta leerlos son los mejores, los realmente buenos. Puede que lo más difícil de todo sea, precisamente escribir de una forma sencilla y entretenida. De cómo una sirena atravesó el mar en busca de un remoto faro y de lo que allí encontró, es así. Papá, te gustará. 


El amor por el que vive la sirena no es otro que el de un ser humano. Esta dificultad entre dos mundos tan alejados es un punto especialmente importante en el desarrollo de la trama, pero también una buena forma de afrontar, por parte de Chary Martínez, una reflexión sobre aquellos amores entre dos personas realmente alejadas en sus propios mundos. Hoy en día lo podemos ver en la gente que nos rodea, amores que se desarrollan entre personas que parecería que el destino las unió para probar como, una vez más, el amor une más de lo que es capaz el mayor de los sistemas de conexión. 


El humano y la sirena desarrollan y desbordan pasión en un faro. Este faro, papá, es uno de los puntos que, sin mencionarlo, creo que Chary ha querido darle un profundo significado: el entorno, físico o no, pero entorno al fin y al cabo, que alguien enamorado puede llegar a tener para su relación, pero que, si sumamos a su condición de sirena, puede llegar a ser tan bello y hermoso como claustrofóbico. 

Te copio a continuación una de las descripciones del faro, papá: «Un gélido viento del norte vino de visita al día siguiente. Azotó sin descanso el pedregoso y diminuto islote contagiando su malhumor a las olas, que estallaban contra el faro repletas de agua, espuma y dramatismo. En el interior de la torre, Caryn distinguió con claridad cómo esta hablaba con el viento mientras aguantaba los embates del mar.» Es curioso, el nombre de la sirena, Caryn, es realmente parecido al de la escritora, Chary. ¿Casualidad?, ¿o no? 

La vida de la sirena y su amado, en este faro donde ambos son ambos, y ella puede sentirse segura, es la vida de aquellos que, durante el transcurso de las agujas del reloj bailando en el son del día a día, están enamorados. Este texto así nos lo describe: «Los días en el faro transcurrían felices y tranquilos rodeados de libros, música, risas, charlas interminables, confesiones y pilas de tazas de café.»
No puedo dejar de mencionarte, papá, las pinceladas que Chary Martínez nos deja sobre sus gustos literarios bajo la capa de la mención a los libros que la sirena lee bajo el manto de los días que transcurren en el faro. Lee atentamente: «Escogió un libro de unos de los estantes sin ser demasiado consciente de lo que hacía. Igual que si estuviese bajo el influjo de un potente hechizo, se sentó a leer, y no fue hasta pasados unos minutos cuando se dio cuenta de que el libro que sostenía entre las manos era Cumbres borrascosas, de Emily Brönte».

Este amor que navega entre lo idílico, lo real, lo difícil, lo complejo, lo deseado y lo buscado, nos va mostrando, poco a poco, las distintas sensaciones que Caryn va teniendo y, bajo sus ojos y pensamientos, podremos estar a su lado en el faro, viviendo con ella sobre las olas de mar que les observa: «Un pesado silencio tejió una tupida telaraña entre ambos. Aren, con gesto absorto, permaneció sumergido en hondas cavilaciones, al mismo tiempo que contemplaba las llamas de la estufa. Caryn sintió una punzada de culpabilidad. Él tenía razón y ella, de algún modo, lo ataba al faro». 

Creo que este libro te gustará, papá. Creo que bajo la capa de la sirena y el humano su autora nos habla certeramente de muchas situaciones, algunas que todos hemos vivido de primera mano, otras que nos han contado pero que, en definitiva, todas conforman una parte esencial de lo que es este sentimiento tan profundo para nuestra sociedad y especie. 

Me voy despidiendo ya. Voy dejando atrás esta nueva Carta a ninguna parte, este nuevo escrito que redacto, de manera imperturbable, para contarte un nuevo libro que, ojalá, allá donde ahora estás, puedas leer. Libros como este, libros como De cómo una sirena atravesó el mar en busca de un remoto faro y de lo que allí encontró, que nos hablan del amor, me sirven, sin duda, para afirmar con contundencia que el amor va más allá incluso de la vida, pues, al igual que el amor que un hijo puede sentir por su madre y por su padre puede llegar hasta los años en los que la vida los separe temporalmente, sobrevivir a la muerte. Puedo gritar al viento, para que llegue a cada uno de los rincones de este planeta hermoso y azul como el mar, que no es inmortal el que nunca muere, sino el que nunca se olvida. 
 

Lo más leído