Es una peculiaridad en la comarca, ya que asegura que, en el resto de la provincia ya no quedan tierras libres para que los emprendedores puedan crecer. Es más, lo que más se está incrementando es la ganadería extensiva "por la facilidad de encontrar pastos". Por eso, considera Turrado que sería interesante mejorar ese pasto, haciendo desbroces y quemas controladas para ofrecerlo.
Ese abandono de tierras tiene que ver, considera, con el que tienen las administraciones con el Bierzo. La que más lo nota es la agricultora Begoña Bello, vicepresidenta y delegada de la agrupación en la comarca. Bello critica que no se consideren las peculiaridades de la agricultura berciana, distinta a la leonesa, por el minifundismo y la falta de infraestructuras que presenta. Que no haya llegado la modernización de los regadíos del canal bajo hace que el crecimiento de la agricultura se estanque.
"Ha sido un año nefasto", reconoce, "seguimos esperando ayudas y que alguien nos mire", apunta. Sí asegura que hay "algo de lo que podemos vivir", pero falta el empuje diferencial que no están reconociendo las instituciones. Sobre todo, achacan a la Junta que no lo haga, puesto que el Gobierno ha publicado algunas ayudas "pero la Junta ninguna ni ninguna normativa", se queja Turrado. Es más, les acusa de sacar ayudas direccionadas "no puede ser que cuatro amigos se lleven el dinero como pretendían", dice. En ese sentido, asegura que las ayudas deben estar controladas, como está haciendo el sindicato, para que sean efectivas. Ayudas que deben dirigirse a “infraestructuras de última generación” para garantizar la viabilidad de las producciones que, augura García que, si no se revierte la situación ya, acabará con el fin del sector.
30 emprendedores al año
Ese abandono de terrenos puede devenir en positivo, dice García, porque es la única zona que puede ofrecer tierras a los emprendedores. En concreto, una treintena de emprendedores al año podrían encajar en el Bierzo, contabiliza Turrado. Es la cifra de solicitudes que tienen anualmente, aunque no todas finalmente se hacen efectivas. La tardanza burocrática hace que muchos desestimen su primera opción. Aún así considera positiva la cifra "impensable hace siete años", dice. Sería la manera de recuperar las hectáreas abandonadas, que claman por ser concentradas, apunta. Esa sería la solución, dice, en lugar de la que ofrece el Banco de Tierras, la utilización de terrenos que no se usan pero manteniendo el minifundismo. Pero, abunda, esa concentración no puede tardar demasiado "tres o cuatro años de máximo", dice. Más allá no serviría, porque, justifica ese plazo en que, una vez que se determina la concentración, los propietarios dejan de invertir en esas tierras "ya no van a plantar nada en ellas", solo esperarán el reparto. De ahí que reclame agilidad a la Junta en estos procesos. El berciano para el canal bajo comienza ahora , aunque apunta que no hay que olvidar que el canal alto no está concentrado, por lo que el agua no llega a pie de finca, algo que considera que se debería contemplar de cara al futuro.
Precios más que bajos
Lo que considera Asaja que está siendo el principal problema del sector es el precio del producto. No se está pagando lo que vale, ni siquiera en las marcas de calidad. Turrado señala a las pequeñas empresas y cooperativas como culpables de esta situación, puesto que son las que pueden sortear la ley de la cadena alimentaria, que pide que se aplique para que los agricultores puedan tener "un margen razonable de beneficios". No se trata, dice, de tener más marcas de calidad, sino de pagar lo que valen las que hay "la fruta del Bierzo es una delicatessem", dice Turrado y hay que pagar por ella. De hecho considera que no se puede abonar menos de un euro por kilo de uva berciana y lo mismo por la fruta. Sobre todo le parece "escandaloso" que la castaña, en un año de muy baja producción, no haya superado el 1,30 por kilo, cuando tendría que rebasar el 1,5.