SOS ante la espantada en la escuela rural

Es extraño el verano en el que no surge alguna noticia de un pueblo pequeño que pone en marcha alguna iniciativa original para intentar inscribir a niños en su colegio y evitar el cierre de la escuela rural. Cesión de casa en alquiler muy bajo u ofertas de empleo para familias con niños, suponen a veces la llegada de nuevos vecinos. Con ello, la salvación temporal de un aula o un centro escolar en un pueblo. Y la ventaja de que los pocos pequeños que queden no tengan que desplazarse a diario a recibir su formación en otro colegio de otra localidad.

En otros casos, sin embargo, son las familias quienes, aún teniendo escuela en su pueblo, deciden llevarlos al colegio fuera. Algunos representantes públicos han percibido esta tendencia a la que quieren plantear alternativas.

Es el caso, por ejemplo, de Noceda del Bierzo. Noceda tiene un Centro Rural Agrupado (CRA), con dos aulas, una en Noceda y otra en la localidad de Quintana de Fuseros, ésta perteneciente al Ayuntamiento de Igüeña. Menos de una decena de niños acudía al aula de Noceda el pasado curso, aunque en el pueblo residen varios más. Escolares para los que sus familias han elegido, por ejemplo, un colegio en Bembibre, con formato más convencional y aulas de mayor número de alumnos.

Hay que respetar la libertad de elección de las familias, pero debemos poner en valor la calidad de la escuela ruralDesde el Ayuntamiento de Noceda el nuevo equipo de gobierno ha querido plantear alguna medida para que los niños de allí tengan facilidades para elegir el colegio de su pueblo en vez de desplazarse a otro. El alcalde, Manuel Gómez, destaca que «lógicamente hay que respetar las decisiones de las familias y el derecho y libertad de elección de centro, pero nuestro papel es trasladar las buenas condiciones del CRA de Noceda, la buena calidad de la atención tan personalizada de los niños en la escuela rural».Para incentivar que los vecinos de Noceda matriculen a sus hijos en el CRA están trabajando en una ordenanza o normativa de ofrecer ayudas municipales para la compra de los libros de texto, por ejemplo. «Y es que el hecho de que el colegio se vaya quedando sin niños puede suponer que al final cierren la escuela y los que habían elegido quedarse al final tengan que irse también y si no hay niños, eso es firmar el acta de defunción del pueblo», dice Gómez.

Eso ocurrió hace unos cursos con el CRA de Lillo del Bierzo, que se fue quedando con menos alumnos que número de niños vivían en el pueblo porque sus familias eligieron llevar a algunos de ellos al colegio de Fabero, más grande. Finalmente el CRA de Lillo desapareció y ahora absolutamente todos los niños de Lillo y pueblos más cercanos deben ir al colegio a Fabero. También en Arganza escolares se dirigen a Cacabelos, por ejemplo
Manuel Gómez afirma respetar los motivos que cada familia tenga para llevar a sus hijos a otros colegios fuera de Noceda aun teniendo el CRA en el pueblo, «algunos pueden ser motivos laborales, si los padres trabajan en Bembibre y le sea más cómodo llevarlos allí, no lo sé, pero no por la calidad educativa, porque eso en los colegios rurales la hay y mucha». Ni por los servicios.Y es que, de hecho, propone el alcalde, las familias que desplazan a sus hijos fuera de Noceda deben asumir por su cuenta el coste del transporte, porque la Junta de Castilla y león no cubre una ruta de transporte escolar fuera del pueblo si hay colegio en el pueblo.

Por otro lado, el pedáneo de la localidad de Toral de Merayo, Alejandro Merayo, llamó la atención también en los pasados días sobre esta cuestión. Esta pedanía perteneciente al municipio de Ponferrada clamó inversiones en el colegio del pueblo, para acondicionarlo y que diera una imagen positiva de cara a las familias. «Cualquier persona que venga a ver el colegio y matricular a su nos aquí le cuesta dejar al niños en el colegio del pueblo, por eso estamos pidiendo mejoras, con la esperanza de que esto ocurra y que todos los niños que hay en el pueblo, que son más de los 12 que van al colegio, puedan dejarlos aquí y que no se vaya la gente a la ciudad», a colegios de Ponferrada, teniendo colegio en Toral.

El alcalde de Sancedo, Marcos Álvarez conoce el problema bien de cerca porque en su municipio han tenido que proponer iniciativas para evitar que se cierre un aula. Actualmente hay dos aulas y pertenecen al Colegio Rural Agrupado ‘La alborada de Columbrianos’«pero con menos de 11 niños la Junta tiene unos criterios muy estrictos y obliga a reunirlos a todos en una sola aula. En el año 2017 varias familias vinieron a avisar de que si se quedaban todos en un aula, desde los 3 hasta los 12 años, optarían por llevar a los niños a Ponferrada o a otros colegios» porque no les parecía adecuada la concentración de niños de tan dispar edad.

En Sancedo lo solucionaron provisionalmente ofreciendo una vivienda rehabilitada de propiedad municipal a una familia con niños. Varias se interesaron y se le asignó a una familia foránea con cinco niñas que, junto a los demás niños del pueblo, contribuyen a mantener el colegio. «Pero es un parche temporal», apunta el alcalde, que además es buen conocedor del panorama educativo, ya que es profesor de instituto. «La calidad que ofrece hoy la escuela rural es inigualable, ya sólo por la ratio de profesor y número de alumnos», pero es que además destacan la cantidad de programas de innovación que desde la administración se concede a las escuelas rurales y la implicación de muchos de los ayuntamientos con colegios pequeños.

Por ejemplo, el Ayuntamiento de Páramo del Sil financia el comedor a todos los niños de transporte escolar de los pueblos del entorno y ofrece importantes ayudas a libros y material a sus familias empadronadas.O en Cubillos también tiene desde hace años un programa de ayuda a libros de texto a los niños de su colegio y muchos programas de innovación educativa.

Servicios que suponen valores añadidos a los colegios y escuelas rurales que quieren mantenerse vivas.