Toral de los Vados ve en todo lo que significa movilidad una fiesta. Los raíles se la ofrecen y también las dos ruedas, recuperando el testimonio histórico de las bicicletas. Bajo el nombre `Le Toralé Clasiqué´, el municipio berciano quiere pasar un fin de semana, del 27 al 28 de julio, vistiéndose de época para recuperar esas bicicletas que hay que desempolvar y que vuelven a cobrar vida desde el trastero.
Pero `Le Toralé Clasiqué´ es mucho más y se ha convertido ya en un referente de los encuentros de las bicicletas con solera del noroeste de España. Y es que, lo retro sigue estando de moda y Toral lo sabe y quiere compartirlo en una marcha cicloturista no competitiva que cumple una década compartiendo espacio con sus calles.
Un viaje en el tiempo que se convierte en un encuentro único, también gastronómico y musical. Sobre las ruedas, comenzamos el viaje con más de 250 participantes, una cantidad que según el concejal David Álvarez crece cada año y marca el auge de una celebración que «permite sacar las bicis antiguas y lucirlas». El único requisito, hacerlo acorde a los años de la propia ‘machine’.
Ciclistas o aficionados a las dos ruedas de todo el Bierzo, de Asturias, de León y, este año también de Portugal, se unen a una nueva edición que marca la consolidación de un original encuentro. Diez años de cumplen de un encuentro que se inicia con una pequeña carrerilla para niños el sábado y de bicis antiguas. Tras unas ocho vueltas al pueblo este año se darán trofeos, aunque la prueba no sea competitiva, para tener un recuerdo realizado por el afamado escultor local, Felipe Hoyos. Después habrá una gran cena vintage a base de paella en la plaza de la Estación y después una fiesta yeyé con un grupo que ha acompañado casi todas las cita de este peculiar evento. Los Blues Yeyés, que recuperan sonidos de los años 70 y 80 marcando la pauta a una noche que acabará con una queimada y su conjuro, de la mano del ‘druida Pombo’.
Y el domingo, a partir de las 10:30 horas, desde el aparcamiento de las piscinas climatizadas, saldrán todos los participantes para llenar la serpiente multicolor del ciclistas vintage a lo largo de 24 kilómetros. Una ruta que pasa por Villadepalos, por Villaverde de la Abadía y que hará parada en un avituallamiento «de la época» en Dehesas, para volver al punto de salida pasando por Posada y por Carracedelo. Como premio al esfuerzo, el chef local Torito, del barrio de La Vega, cocinará un suculento cocido.
«Lo indispensable es venir y pasarlo bien», dice Álvarez.