Un accidente en el vial de Burbia reactiva las reivindicaciones de arreglo

La suerte hizo que se quedara en una salida a la cuneta, pero, de haberse ido hacia la otra vertiente "hablaríamos de un accidente mortal"

Mar Iglesias
09/02/2023
 Actualizado a 09/02/2023
Estado en el que quedó el vehículo tras el accidente.
Estado en el que quedó el vehículo tras el accidente.
Los vecinos de Burbia recuerdan: la LE- 4210, es el nombre de la carretera que llega a su pueblo, uno de lospertenecientes a la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, situados en la comarca del Bierzo.

Muchos habitantes de Burbia y Penoselo tienen que transitar diariamente un tramo que “se encuentra en unas condiciones deplorables”. No es algo nuevo, porque llevan años expresando la necesidad de que la Diputación ponga sus ojos en este trazado, algo que no consiguen y que ahora contabiliza el accidente de una vecina que iba al trabajo y cuyo coche resbaló en el hielo. “Hablamos de una carretera de montaña repleta de curvas y a gran altura, que consta de un único carril de doble sentido, sin señalizar, sin quitamiedos y con el asfalto en muy mal estado”.

El accidente se produjo el 8 de febrero, en un tramo de hielo y nieve, en una recta que antecedía a una curva estrecha cerrada y sin quitamiedos. “Viendo que no podía girar e iba directa al barranco no encontró más opción que pisar el freno.El coche derrapó y por suerte acabó en la cuneta. Si la trayectoria del coche hubiese sido la contraria probablemente estaríamos hablando de un accidente mortal”, apuntan.

Este es el único acceso a Burbia, que pide, de nuevo “una carretera digna” que no les haga tener que rezar antes de coger el coche cada día del duro invierno. No consideran justo tener que arriesgarse a este peligro para poder llegar a sus viviendas.

“El abandono administrativo hacia las pequeñas localidades rurales repercute en que muchos de sus derechos básicos sean necesidades no cubiertas. Los servicios mínimos cada vez son menos y están más lejos y si los accesos no cumplen unas condiciones mínimas la supervivencia en el rural corre grave peligro”, advierten.

La institución provincial llevó a cabo actuaciones en esta vía por última vez en 2019, ensanchando la calzada y mejorando la seguridad vial en un tramo de 330 metros. Sin embargo, los vecinos consideran que esta actuación no es suficiente y piden mejoras especialmente en el tramo de cinco kilómetros hasta Penoselo.

Años de espera y reclamaciones

Las movilizaciones tomaron las calles tras años de solicitudes en el verano de 2021 y movieron al alcalde de Vega de Espinareda, Santiago Rodríguez, que medió con la Diputación provincial de León para dar cuenta del malestar vecinal y de las necesidades de la reparación. Eso sucedió hace más de año y medio, y la intención era activar esta obra de urgencia, que estaba contemplada como proyecto a costear con los fondos Miner.

Dicho proyecto incluye el estudio de impacto medioambiental y fue aprobado en su momento, así como publicado en los correspondientes boletines oficiales. No obstante, debido a la crisis se paralizaron todos los proyectos Miner de ésta y otras carreteras y los presupuestos concedidos por el gobierno nunca llegaron a sus destinos.

Lo que se pedía era que Diputación aprovechara ese proyecto con las actualizaciones que fueran necesarias y acelerar las gestiones para no superar los plazos que permiten reutilizarlo.

Los vecinos decían, tras la movilización de 2021, que no comprendían que «tras las numerosas peticiones de reasfaltado de los últimos años, no se ha procedido a su reparación y el estado no ha hecho más que empeorar cada año». Y, pasado el tiempo, siguen soportando una situación que temen que se salde con algún accidente grave más.
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