Un documental defenderá el cambio del nombre de Candín por Ancares

Los pueblos de Candín han cogido fuerza en la lucha abierta para conseguir recuperar su denominación histórica de Ancares que consideran «usurpada» por zonas limítrofes y otras no tanto con un fin económico que ha hecho desdibujar esa nomenclatura, referente al río Ancares que corre por sus venas. Para defenderlo, la agrupación La Peñina de Lumeras, capitaneada por Santiago García guarda varios ases en la manga que apunta que irán dosificando en función de los movimientos que realicen los detractores a su solicitud, aprobada en sesión plenaria.

Uno de ellos será la filmación de un documental en el que se recojan las razones históricas de un valle mecido por un río que le aportaba agua y nombre, Ancares. Pero a partir del despegue de esa zona como Reserva de caza en un primer momento, ya en 1987 y después, hace 15 años, como Reserva de la Biosfera, hizo que la petición que siempre ha estado viva entre los vecinos se quedara sin fuerza «no queríamos enemistarnos con nadie y ahora tampoco lo queremos, pero sabemos que recuperar nuestro nombre es recuperar nuestro ADN y también nos permitirá desarrollarnos», explica García.

El alcalde de Candín, José Antonio Álvarez Cachón no quiere levantar la voz en este tema. De hecho no quiere sacarlo al tapiz político, sino solo administrativo «es un trámite sin más, que se comienza y ahora tendremos que responder a todas las alegaciones, porque vamos a aceptarlas todas para dar trasparencia», dice.

«Ahora le corresponde mover ficha a las administraciones», asegura García, puesto que el documento sigue su curso hacia ellas. Reconoce que la historia les ampara, también los criterios de territorialidad «y eso nos da toda la razón del mundo».

Cachón opina lo mismo pero quiere esperar a que todo esté informado para que la Junta no pueda dar un no por respuesta. De ser así, anuncia que se estudiarán otros cauces para resolver una deuda histórica «es reivindicar nuestro origen. No queremos hacernos con ninguna marca, sino defender lo que hemos sido».

Lo que tienen claro es que encontrarán en frente a Galicia en esa lucha. La Diputación de Lugo aprobó en su Consejo de Gobierno sacar sus armas para que Candín no se quede con el nombre de Ancares, en su zona Os Ancares -también lo hicieron los municipios de Cervantes, de Navia de Suarna y la propia Xunta, todas con alegaciones que efectuar-. Tres informes técnicos dan forma a su argumentario que realizados por los servicios jurídicos, económicos y técnicos, además del servicio de medio ambiente y el histórico.

De inicio ya considera la Diputación que ese cambio de nombre «vulnera la legislación», del Régimen Local para establecer ese cambio de nombre, ya que establece que ese nombre «no puede ser coincidente o producir confusiones con otras del territorio del Estado». Advierten que Ancares es una extensión más allá de un municipio, incluso hablan de que le da nombre a una comarca. García niega que Ancares sea una comarca, sino «un valle, siempre lo ha sido. Comarca es el Bierzo pero no Ancares».

Lugo considera además que ese pretendido cambio de nombre «lesiona gravemente los intereses de la provincia de Lugo y del conjunto de la comarca de los Ancares», dice en su escrito, por lo que piden el archivo del expediente. Es más, aportan como idea la de apellidar a Candín como «de Ancares» para resolver la disputa, una propuesta descartada por el alcalde «contemplamos solo Ancares, Valle de Ancares o Real Valle de Ancares», dice. Pero además consideran que acotar el nombre a un espacio tan pequeño, una vez que su extensión ya se ha producido y hay productos que llevan incluso esa denominación, supone «una pérdida de oportunidades».

Para García estos movimientos son «marear e intentar diluirnos, pero somos Ancares, no Los Ancares», defiende «lo que dicen es pura mentira». Por eso considera necesario avanzar en un camino que no siempre fue fácil abrir «porque entre los vecinos tampoco estaba claro, no querían que a nadie le pareciera mal, porque somos zonas cercanas con Baralla, con Navia y es una hermandad. Pero estos es otra cosa, esto es anularnos. Nos quieren extinguir», lamenta García.
Ahora la tramitación del expediente se inicia y los vecinos tienen claro que será un camino largo que recorrer «pero tenemos herramientas para ir respondiendo», dice García convencido. Será la Junta la que adopte la decisión, tras recibir el informe de la Diputación. Se necesitarán informes de universidades y de la Real Sociedad Geográfica o de la Real Academia de la Historia... Esta semanase verán las alegaciones «y comenzaremos a responderlas una por una», asegura el regidor, con la intención de completar un expediente que podría durar meses «pero no tenemos prisa». Incluso advierte que, una vez se tengan todos los informes, se deberá adoptar la decisión de elevar la petición a la Junta o no.

De lo que escapa Cachón es de «politizar» este tema, aunque Coalición por el Bierzo lo ha hecho presentando una moción de apoyo al Consejo Comarcal.