Unas filtraciones de agua de un vecino llevan a un mujer a Psiquiatría

Las filtraciones de agua en un cuarto piso de la calle Roncesvalles de Ponferrada ha llevado a un cuadro de depresión a la propietaria del inmueble, cansada de intentar poner solución al problema, que considera que causa el vecino del desván.

La afectada, Rosa Silvoso, intentó poner solución a las filtraciones hablando con los propietarios del ático quinto, sobre ella, para que reparen el tejado, algo que no consiguió, continuando el problema. Además, el desván no está habilitado como vivienda, pese a estarse usando como tal, apunta la afectada en una de las múltiples denuncias que realizó al respecto. Además, considera que la reparación tiene que hacerse desde el tejado del ático y no desde el suyo, como el vecino requería, puesto que la planchada entre pisos no es igual y considera que podría afectarse a la estructura del edificio si no se procede así.

Por esos hechos, la Policía Municipal de Ponferrada tuvo que intervenir en siete ocasiones, dos de ellas durante las fiestas de la Encina, cuando procedió al corte del agua del piso ático para evitar que siguieran las filtraciones. La solución no duró, porque el vecino volvió a activar la llave de paso.

Así las cosas, la afectada ha ido declarando un estado clínico de ansiedad con necesidad de tratamiento médico y farmacológico, como apuntan los informes médicos de psiquiatría. Considera que hay un “peligro extremo” no sólo por la inundación que provoca el agua en el suelo de su inmueble, sino por el peligro del contacto de la misma con la instalación eléctrica “existiendo dos menores en la vivienda”, explica el relato de los hechos que se hizo llegar a las autoridades por parte de sus abogados.

Así las cosas, la afectada procedió a denunciar ante el Juzgado de Guardia y ante la Policía Nacional, la Junta y el Ayuntamiento de Ponferrada estos hechos, pero no ha encontrado aún una solución. Por parte del Juzgado de Guardia de Primera Instancia e Instrucción Número 8, se manifiesta que la Policía puede, sin su intervención, proceder, por la Ley de Seguridad Ciudadana, a realizar el corte del suministro de agua al piso del que provienen las filtraciones , que es lo que demanda la afectada, y, posteriormente, comunicar la medida adoptada al juzgado.

Pero, por su parte, la Policía Nacional dice que debe ser el juzgado quien autorice, inicialmente, ese corte y la Junta de Castilla y León pide al juez que envíe un escrito a Sanidad para que envíen a un agente sanitario para realizar un informe oficial del estado de la vivienda.

Tras la remisión de unas administraciones a otras sin encontrar amparo, la afectada, el 29 de diciembre de 2022, se dirigió de nuevo al Juzgado de Guardia para denunciar el caso, pero, aseguran sus representantes legales que “se negó a recibirla”, según explica el informe de sus abogados.

Silvoso denuncia que las autoridades han actuado con “total pasividad y sin dar solución a un grave problema” que la mantiene en un estado de alarma constante.Incluso llegó a denunciar al propietario del ático E.G. y herederos por “coacciones y daños” por estos hechos. Denuncia que incluso el propietario no abrió la puerta a la Policía Municipal en uno de los requerimientos que este le hizo y tuvo que proceder a cortar el suministro de agua. Eso funciona para paralizar las filtraciones, pero los dueños volvieron a abrirla “instalando un alambre para que no pudiera ser cerrada de nuevo".

Incluso los denunciados llegaron a cortar la llave de paso de agua de la denunciante “lo que determina la mala fe de los mismos y la provocación de coacciones, además de los daños continuados”, apunta la última denuncia ante el juzgado de guardia. La denunciante pide que se “proteja la salud púbica" y su propia integridad, adoptando cautelar y urgentemente, la medida de dar la orden a la Policía Municipal para corte el suministro de agua hasta que se repare el problema de filtraciones por parte del vecino.

Todos estos problemas han hecho que Silvoso, desde septiembre, tenga un cuadro de depresión, con pérdida de peso y apetito porque, según comunicó el 20 de septiembre a su médica de cabecera del Centro de Salud Ponferrada III, que pidió la valoración de la psiquiatra “se le pone un nudo en el estómago, llora, se despierta continuamente”, reza el informe médico.

La mujer también se consultó con un servicio sanitario privado en la que, en el mes de octubre, ya refería una incapacidad total para reincorporarse a su trabajo. “Muestra una conducta de elevada tensión y bloqueo, expone no comer adecuadamente, pueden observarse temblores corporales”. En ese momento, al requerir esa intervención de una profesional privada, ya tenía un tratamiento psiquiátrico por estos hechos y el informe  detectaba la ansiedad que la mujer experimentaba al entrar en su casa o al acudir al trabajo.

Incluso ha llegado a presentar Contencioso solicitando esas medidas cautelares urgentes del corte de suministro de agua y precinto para que no pueda ser abierto.

Hasta finales del pasado año ha intentado, desde todos los estamentos, que se le corte el agua al vecino del ático, de una manera que no pueda volverla a activar hasta que se corrijan las filtraciones que están provocándole un estado de ansiedad enfermizo, por el peligro que considera que conllevan, tanto para la salud como para la integridad física de los que viven en ese piso.