Valeria Rodríguez Álvarez ha sido elegida por unanimidad como ganadora del X Premio de Investigación Antonio Estévez con su trabajo 'Patrimonio industrial en El Bierzo: experiencias de reconversión con fines culturales'.
El jurado, reunido el 27 de diciembre de 2024, valoró y decidió el otorgamiento de este premio convocado por el Instituto de Estudios Bercianos. Estuvo integrado por Vicente Fernández Vázquez, Carlos Fernández Rodríguez, Miguel José García González, José Antonio Balboa de Paz, José Ignacio González Ramos y Francisco Balado Insunza, que actuó como secretario. También asistió la presidenta de la Comisión Gestora del I.E.B., pero no participó en las deliberaciones.
El Premio de Investigación Antonio Estévez está dotado con la cantidad de 2.000 euros y sigue el objetivo de fomentar la investigación multidisciplinar que tenga como temática el Bierzo, su historia, patrimonio y cultura. Así, los trabajos presentados debieron versar sobre cualquier aspecto relacionado con el territorio de la comarca desde el punto de vista histórico, político, jurídico, social, económico, antropológico, etnográfico, geográfico, artístico, filológico, patrimonial o de cualquier otra disciplina científica en materia social con un enfoque teórico o a partir de experiencias concretas.
El certamen busca recordar la figura de Antonio Estévez, hijo de emigrados bercianos al Brasil, donde nació en 1897. Con dos años, Estévez regresó a la localidad berciana de Valtuille de Abajo, desde donde ejerció como escritor e intelectual vinculado al anarquismo, crítico con las injusticias, contrario a la violencia y defensor de la educación racionalista.
Sus denuncias sobre la situación de los bercianos oprimidos por los caciques, sobre las condiciones de los trabajadores en Estados Unidos o sobre el asesinato de anarquistas italianos le forzaron a abandonar su pueblo y su familia al inicio de la Guerra Civil. Al termino del conflicto, se exilió, primero en Francia y más tarde en México, país del que ya no pudo regresar puesto que allí le sorprendió la muerte en 1960 a los 63 años.
Intelectual autodidacta, consiguió reunir en su casa de Valtuille de Abajo una interesante biblioteca. Como escritor, destacan un conjunto de artículos en los que expone y defiende sus ideas libertarias y que vieron la luz en numerosas publicaciones anarquistas del primer tercio del siglo XX, como ‘La Revista Blanca’ e ‘Inquietudes’, que contribuyó a fundar en 1927.