Presidida por Villanueva, cuenta con dos puestos más en la parte directiva, María del Pilar Sánchez como secretaria y Ramiro Ramos como tesorero. La agrupación, que ya se mueve por facebook, tiene como fin principal, además de eliminar ese concepto contraproducente del barrio «que tiene un núcleo de población importante y contribuye como en otra zona», solicitar a las administraciones que «cumplan con los compromisos marcados cuando se creo el barrio».Falta un colegio y un centro de salud que consideran indispensable para una zona en crecimiento y con un perfil de habitantes que necesitan esos servicios «suelen ser familias jóvenes con hijos», dice Villanueva.
En la actualidad, los alumnos de esa zona estudian en los colegios de Compostilla y Valentín García Yebra y los vecinos usan los centros de salud de Pico Tuerto y de Cuatrovientos, pero aseguran que necesitan tener esos servicios propios. «Un barrio de estas características no puede estar así», opina el presidente de la agrupación que estrenó su cargo publicando una fotografía en la que critica la falta de desbroces en la zona.
Reconoce que no se está cuidando la limpieza ni el control en los accesos de fincas particulares «que son una fuente de peligros y dan una imagen mala para Ponferrada». Además, apunta que se cambia la dirección de las calles «sin contar con nosotros. Nunca nos han dicho nada», reprocha. Villanueva quiere también reunirse con otras asociaciones vecinales de la ciudad para hacer un frente común en contra de los problemas que todas padecen «porque la falta de limpieza y de mantenimiento de jardines es generalizada», dice.
A favor de la instalación del Consejo Comarcal y del Lidl
El representante de la nueva agrupación apunta que los vecinos no están en contra de la instalación de un hipermercado del Lidl en el barrio, como se llegó a apuntar, con la opinión contraria de los comerciantes «hablaron por nosotros diciendo que no lo queríamos y estamos encantados de que se hagan inversiones en la ciudad, en nuestro barrio o en otro». También apoyan que el Consejo Comarcal estudie trasladar sus oficinas al barrio «si eso beneficia a los ciudadanos y no supone más gasto para ellos, estupendo». Incluso consideran un buen uso el de la parcela del antiguo Carrefour para crear unas dependencias sociosanitarias, como se ha puesto sobre la mesa desde el equipo de gobierno «aunque nos parece algo raro y no nos lo creemos mucho», dice Villanueva.
Lo que sí tienen claro es que sus primeros pasos serán reivindicativos. Esa será su prioridad frente a eventos culturales y sociales «que pasarán a un segundo plano, pero que también los habrá». Lo que quieren ahora que inician su camino con unos 200 interesados en formar parte de la agrupación es «que el barrio esté en condiciones» y se tenga en cuenta para los proyectos municipales, puesto que carece de otras infraestructuras como centro cívico o una biblioteca. «No podemos quedarnos en hacer edificios, como se ha hecho hasta ahora, hay que dar servicios a los vecinos que para eso pagan sus impuestos», reprocha Villanueva que espera que, ante el nacimiento de la agrupación, el equipo de gobierno les tenga en cuenta.