La Asociación Comunidad Energética de Lillo del Bierzo vuelve a reiterar que las promotoras del parque fotovoltaico que se pretende abrir en esta zona son "testaferros de Victorino Alonso" y "mienten", dice, al asegurar que los terrenos donde se asienta el proyecto son suyos. Pese a que la empresa asegura que los terrenos fueron comprados en los años 90 y pagados "muy por encima de su valor de mercado", apuntan que "es algo absolutamente falso", dice la agrupación de vecinos capitaneados por Laurentino González. Además, aseguran que determinados terrenos son suyos, "sin haber acordado ni delimitado con los pueblos cuáles corresponden a los vecinos y juntas vecinales".
Denuncian que Victorino Alonso y su grupo empresarial "no solo no restauró la devastación de la Gran Corta, sino que además ahora quiere apropiarse de los terrenos restaurados con dinero público y de las subvenciones públicas para que le paguemos entre todos macroparques de tecnología fotovoltaica".
Por eso exigen a la Junta de Castilla y León que sea "garante de los derechos de quienes les eligen y no de las empresas oportunistas que vienen a expoliar el patrimonio de los pueblos".
Piden a las administraciones que obliguen al grupo empresarial de Victorino Alonso a que cumpla los contratos y acuerdos establecidos con los pueblos, tanto de los vecinos y vecinas como de las juntas vecinales de los mismos, antes de darles permiso de ningún tipo.
Recuerdan que, cuando finalizó la explotación de los terrenos "expropiados" y "comprados bajo amenaza de expropiación", el empresario Victorino Alonso, condenado y en la cárcel actualmente, en ningún momento devolvió los terrenos a sus respectivos propietarios, "que son los vecinos y vecinas de Lillo del Bierzo y Otero de Naraguantes y sus Juntas vecinales". Apuntan que "debería haberlos devuelto restaurados, como así se había comprometido, en las mismas condiciones en las que se los apropió y de esta forma actualmente poder desarrollar en ellos, al menos, las mismas actividades que se realizaban anteriormente: cultivo de cereales y pastos de ganado. O destinarlas a otras, si así lo deciden sus respectivos dueños". Pero, lejos de que esto sucediera "los testaferros de Victorino Alonso quieren adueñarse de los terrenos para montar un macroproyecto de placas solares, subvencionado públicamente, aprovechándose de las ayudas del Estado y la Unión Europea. En vez de tener energía fotovoltaica comunitaria, de forma cooperativa, como se quiere hacer a través de la comunidad energética de Lillo del Bierzo".
Considera que, en lugar de ese proyecto, se opta por "macroempresas buitres", con ramificaciones de filiales extractivas por toda la cuenca Fabero Sil, Ponferrada y Bembibre, La Recuelga (Santa Cruz del Sil) y Alinos (Toreno), "que vienen a re-explotar en el siglo XXI lo que ya fue expoliado en el siglo XX con el carbón". Y se preguntan cómo han podido registrar estos terrenos con el permiso de las administraciones. "Esto es un robo organizado y planificado de la propiedad de los vecinos y vecinas y los pueblos, con alevosía y nocturnidad, porque nadie de los pueblos se enteró de esto hasta que no ha salido ahora en prensa", apuntan los vecinos.
"La Junta de Castilla y León en vez de defender a los pueblos, a sus vecinos y legítimos propietarios, inscriben esos terrenos a nombre de esas "empresas oportunistas". ¿No es la responsabilidad de quienes nos representan y gestionan lo público defender a los pueblos y su patrimonio?", se preguntan indignados.
"¿Cómo es posible que el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía de León haya anunciado la solicitud de las autorizaciones administrativas previa y de construcción de las infraestructuras de tecnología fotovoltaica solicitada por la Distribuidora Eléctrica del Sil S.L., sin haber exigido previamente que se cumplan los acuerdos y contratos firmados con los interesados y haber contado antes con ellos?", abundan.
Incluso aseguran que las promotoras de estos proyectos "convierten a las víctimas en culpables", al afirmar que perder los terrenos es responsabilidad de los vecinos por no haber reclamado la devolución. "Mienten de nuevo. Los vecinos y vecinas se han visto obligados a acudir al Defensor del Pueblo, a la Junta de Castilla y León y a todas las instancias administrativas para exigir que se cumplieran los acuerdos".
Dice la empresa que ningún propietario ha solicitado la reversión de los terrenos y los vecinos aseguran que no lo han hecho porque no sabían que "se había apropiado de esos terrenos una empresa fantasma de Victorino Alonso". "Ni siquiera se sabe la dirección de las mismas para poder hacerles llegar ningún escrito. Por eso se ha acudido a las administraciones públicas donde se ha reclamado y hay constancia de dichas reclamaciones", replican. No piden los terrenos sin restaurar sino restaurados, como aseguran que se pactó. "Fue Victorino Alonso el que no restauró los terrenos de la Gran Corta y a quien no se le obligó a restaurar y ahora, tras 37 millones de euros de inversión pública, estas empresas oportunistas se las quieren apropiar para hacer macroparques fotovoltaicos, para recibir más subvenciones públicas. Son parásitos de lo público", sentencian.
"Es el descaro y el atropello más flagrante que se ha visto en el Bierzo". Los vecinos inciden en que han formulado alegaciones al proyecto "planteando que pasan por fincas y terrenos propiedad de los vecinos y vecinas correspondientes y de las Juntas Vecinales de ambos pueblos", exigiendo que se paralicen dichas infraestructuras hasta que se cumpla lo establecido en los acuerdos y contratos previos. "Ante todo, esos terrenos deben revertir a sus anteriores propietarios (particulares y Juntas Vecinales) y estos, en todo caso, dar o no el consentimiento o la autorización para realizar dichas instalaciones", dicen.