El Ayuntamiento de Vega de Espinareda sigue a la espera de que la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León colabore económicamente para poder establecer alguna medida de protección de las pinturas rupestres del castro de Peña Piñera, un Bien de Interés Cultural, después de que fueran vandalizadas el año pasado.
El alcalde Javier Salgado reconoce la dificultad de salvaguardar este entorno por su extensión y por la falta de cobertura, por lo que considera que el método más factible serían unas cámaras de videovigilancia solar 4G aunque, para su instalación y mantenimiento, es necesaria la ayuda de la administración económica.
Recientemente, arqueólogos de la Universidad de Vigo han estado valorando posibles soluciones que poder presentar a la Junta, pero la complicación es muy elevada. La protección física se da por descartada dado que la colocación de rejas o barreras estroperaría el paraje, y esta videovigilancia sería el único escenario posible. Para ello, el regidor confiesa que "lo ideal sería que la Junta asumiera la financiación porque nosotros no tenemos recursos, es una zona demasiado amplia, entonces seguimos esperando por los movimientos de Patrimonio". Las conversaciones para esta protección siguen en pie desde antes del verano aunque Salgado lamenta que "está todo un poco parado".
Nueva limpieza del castro
También sobre el castro, el Ayuntamiento de Vega de Espinareda valora limpiar de nuevo su entorno después de que un grupo de científicos avisara del gran crecimiento de la vegetación que cubre la totalidad de este espacio, dificultado la visión de la muralla y otras estructuras poblacionales.
El equipo del ‘Proyecto de Investigación Arqueológica del Occidente Berciano, evolución del área de los Ancares desde la prehistoria a la Edad Media’, dirigido por Feliciano Cadierno Guerra (Universidad de Valencia / Universidad de León) y José Carlos Sastre Blanco (UNED Asturias), con el apoyo del arqueólogo técnico José Enrique Lobato Colino (Sociedad Ibérica de Arqueología), llevó a cabo recientemente una prospección intensiva de todo el castro de Peña Piñera y de su entorno con la finalidad de poder determinar el estado actual del yacimiento y las principales zonas donde continuar acometiendo los trabajos de investigación arqueológica.
Estos trabajos son la continuidad de las excavaciones que comenzaron en el año 2018, con la realización de varios sondeos de diagnóstico en el interior de este castro, que mostraron a los investigadores el gran potencial arqueológico que representa este yacimiento. Desde entonces, los trabajos de investigación han continuado con los correspondientes estudios de los materiales, que fueron depositados en el Museo de León.
Esta nueva fase de investigación se ha centrado en la evaluación del castro de Peña Piñera "para poder avanzar los próximos años en el estudio e investigación arqueológica de este importante yacimiento". No obstante, ya en el paraje catalogado como BIC, los científicos advirtieron el mal estado por el crecimiento de la vegetación, lo que además de dificultar sus tareas de prospección, aumenta el riesgo de incendios forestales.
El Ayuntamiento de Vega, según explica su alcalde, suele realizar una limpieza intensiva de este espacio cada año, normalmente en julio o agosto. Por supuesto, en este 2024 ya se ejecutó por esas fechas, pero la climatología ha podido hacer crecer la vegetación de un modo mayor al habitual, según reconoce el regidor. Es por ello por lo que este lunes visitará el castro para observar su estado y, en caso de que necesite una nueva limpieza, mandará una brigada para que acometa los trabajos necesarios en los próximos días con el fin de proteger Peña Piñera lo máximo posible.