Entre sus libros de viajes, este es el tercero, Cuenya se queda con el que lleva color de esperanza en sus páginas y dibuja trazos de su cuna. Un «espacio emocional» que le hace ser él mismo y que ahora comparte. El verde aroma del Noroeste, publicado por La Nueva Crónica le hace «reflexionar acerca de quién es uno y en qué mundo vive» y así lo relatará en la presentación del libro, el 28 de septiembre, en el Museo de la Radio de Ponferrada, a partir de las 19:30 horas, con la compañía de su amigo de escrituras, Ruy Vega.
- ¿Qué número de libro hace ya este...y cuántos ha escrito sobre viajes?, porque este no es el primero...
-Creo que El verde aroma del Noroeste es el octavo, sin incluir por ejemplo El manantial de las palabras, del cual soy antólogo, editor, entre otros volúmenes. De viajes podría decir que este es el tercero, después de Viajes sin mapa, editado por la Universidad de León en 2008, o Mapas afectivos, publicado por el periódico La Nueva Crónica en 2016. También está El Bierzo y su gastronomía, que es un libro editado por Everest en 2009, de rutas digamos culinarias por la comarca del Bierzo.
-¿Pero qué tiene este de peculiar con respecto a los anteriores?
-Este, El verde aroma del Noroeste (La Nueva Crónica, 2023), es un viaje, en realidad varios (cinco en total, así está estructurado) por el Noroeste español, a saber, León, Galicia, Asturias y Cantabria, que conforman desde mi punto de vista un territorio único, familiar, un microuniverso estimulante, similar en cuanto a paisaje y paisanaje. Los anteriores, tanto Viajes sin mapa como Mapas afectivos, son libros que hablan de viajes por diversos lugares del mundo. En Viajes sin mapa aparecen ciudades como El Cairo, La Habana, Buenos Aires, Roma, Lisboa, París o Cracovia... Y Mapas afectivos incluye recorridos por América del Norte (Canadá, México), Norte de Europa (Ámsterdam, Londres), Europa oriental (Berlín, Atenas, Budapest, Estambul) o el Norte de África: Marruecos... He tenido la fortuna de visitarlos, la mayoría en más de alguna ocasión, algunos en varios viajes. En el caso de México o París he podido vivir en ambos lugares.
-¿Por qué ese título? ¿Es el color lo que considera que más destaca de estos lugares o una metáfora de la esperanza...
-El título es una sinestesia, el verde aroma, que consiste en mezclar sensaciones de sentidos distintos (audición, visión, gusto, olfato, tacto) en una misma percepción. De modo que el verde (visión) aparece fusionado con el aroma (olfato). Creo que toda escritura debe ser sensorial y las sinestesias literarias han sido empleadas por distintos autores, tanto de la Generación del 27 o el propio Valle-Inclán como los precursores del simbolismo, por ejemplo el poeta Rimbaud, o bien los propios simbolistas, entre ellos Baudelaire. Identifico, por lo demás, el color verde como significativo del Noroeste español y el mar Cantábrico con el verde aroma a algas y salitre. El verdor pone color de esperanza a la mirada del viajero, que se queda sobrecogido ante tamaña belleza.
-León, Galicia, Asturias y Cantabria ¿se queda con algún rincón en especial?, ¿cuánto tiempo ha viajado para dar a luz a este libro?
-Me quedo con todos estos rincones del Noroeste español, el Poniente del que tanto hablaba el maestro Antonio Pereira, al que recuerdo con cariño. Son varios los años que me ha llevado viajar por el Noroeste, aunque luego en el libro dé la impresión de que los cincos viajes se hubieran realizado en continuidad. Es como cuando se hace una película, donde habitualmente se filma material durante semanas o meses, en discontinuidad, y luego se monta todo para darle un sentido, una coherencia, una sintaxis, un raccord o continuidad fílmica. En este caso y en este sentido ha habido mucho trabajo para lograr lo que pretendía, aunque serán los lectores, las lectoras, quienes dirán qué les parece el resultado. En todo caso, he disfrutado viajando y con todo el proceso creativo/constructivo. Y lo que he querido es poner mi espíritu viajero, mis emociones, mis reflexiones en cada una de las páginas que conforman el libro.
-Es un relato, pero también una búsqueda y una investigación ¿qué ha sacado de todo ello?
-Eso mismo creo, que es una narración de viajes, pero a la vez hay una búsqueda, un buceo digamos en uno mismo, un viaje al interior de la condición humana, además de un proceso de investigación, lo cual me ha resultado amén de instructivo y emocionante porque viajar nos despeja la mente y nos abre a otros horizontes, confrontándonos con nuestra propia vida. Y por supuesto con otras vidas, otras gentes, otros paisajes. Viajar para perderse y reencontrarse. Escribir para sentirlo todo de todas las maneras y a la vez reflexionar acerca de quién es uno y en qué mundo vive. Cuenta el escritor Ruy Vega a propósito de El verde aroma del Noroeste que es un libro de sensaciones, aprendizaje, encuentros y búsqueda interior. «Más allá de un libro de viajes, es un libro del viajero», aclara Ruy.
-El noroeste, del que forma parte tu cuna también, ¿a qué sabe en un relato literario?
-El Noroeste sabe a verde aroma, a espacio emocional o mapa de los afectos. Me entusiasma y me conforma como ser. Es mi memoria, y también la de mis antepasados. Es mi cuna, como dices. En alguna ocasión he llegado a decir que me siento berciano, berciano-leonés, pero también astur, gallego, cántabro... español, en definitiva, europeo... mejicano, marroquí... ciudadano del Planeta.
-¿Por dónde sigue ahora el viaje?
-El viaje... sobre todo el viaje de la vida, que este sí que es un viaje apasionante, espero que continúe... Y me siga llevando a aquellos mapas de los afectos que me arrullan... y también a nuevos lugares.