Vida perra, fin de la tetralogía de la corrupción de Manuel Morales

Es su libro más divertido, dice el autor berciano, que hace protagonista de una soberbia crítica social a un perro de alma pura que consume corrupción y acaba siendo un pandillero ladrón

10/02/2025
 Actualizado a 10/02/2025
Morales con su nuevo libro entre las manos, en la sede de La Nueva Crónica Bierzo. | MAR IGLESIAS
Morales con su nuevo libro entre las manos, en la sede de La Nueva Crónica Bierzo. | MAR IGLESIAS

Manuel Morales se desquita de su crítica a la corrupción con el cuarto libro que dedica a destaparla desde almas limpias. Vida Perra culmina esa saga que inició con Insectalia y que ahora acaba con su libro más divertido, reconoce, la historia del que fuera su perro Sam, un border collie que tuvo que entregar a otra familia y del que narra una vida entre multitud de dueños.

El escritor berciano ha hecho un libro “de capricho personal”. Mientras trabaja en una novela de peso, envuelta en la historia de las guerras en África, pero con un relato que comienza en el Alto Sil, ha querido cerrar la tetralogía dedicada a las corruptelas. Y ha querido seguir el formato de “Soy un gato”, una obra maestra de Natsume Sōseki, el escritor japonés más conocido.

Morales toma como protagonista para este relato al que fuera su perro Sam “es un Lazarillo de Tormes que va pasando por distintos amos, gente algo deformada, personas que he conocido” y que le sirven para “criticar la hipocresía”. Esos amos convierten el “alma pura” del perro en un pícaro listillo que acabará con una pandilla de perros ladrones.

El protagonista del relato, ese perro de corazón blanco, va desconfiando de esos humanos con los que pasa aventuras. Vive con políticos, con personas que parecen comprometidas con sus ideas y no lo son. Y decide escapar al bosque, donde conoce a dos amigos jabalíes, mucho más salvajes, mucho más reales. Y descubre la crueldad de la caza hasta convertirse en un pandillero “va descubriendo la cara oculta del ser humano”, relata Morales.

Desde Insectalia (2011), un relato sobre la crítica del poder que trata a los humanos como insectos pagadores. Un trabajo para criticar el buenismo de Europa que camina hacia su suicido, pasa por dos relatos más, con protagonistas muy individualistas. Hikikomori (2016) es la historia de un hombre que vive casi en un videojuego, de espaldas a la realidad…y decide hacer justicia. Una novela que se vive entre la realidad y la ficción. De ahí pasa a Mi vida en el bunker (2023), su último relato, oscuro, sobre un hombre recluido por la pandemia y con miedo a dejar el aislamiento. Finalmente decide hacerlo y no resulta ser una buena idea “el mensaje es que, si bajas la guardia, irán a por ti”, dice Morales.

El tema de los buenos y los malos ha estado presente en sus trabajos literarios con una crítica social notable que repite con este perro de Vida Perra, un texto que solo pondrá a la venta por Amazon, con dos ediciones, una de lujo y la otra en tapa blanda. Lo presentará también dos veces solo, una en la Biblioteca de Ponferrada, espera que en marzo, y otra en la Feria del Libro de abril, también en la ciudad.

Morales quiere probar este nuevo método de venta, con un libro que vuelve a ilustrar, como hizo con su anterior trabajo, con el bastón de la Inteligencia Artificial.

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