Comienza la cuenta atrás para la XV Feria de la Castaña del Bierzo, el mayor evento que se realiza en torno al castaña en el arco mediterráneo, según explica el director de la Mesa del Castaño del Bierzo, Pablo Linares. Del 14 al 17 de noviembre, manteniendo su forma de tres bloques, por una parte jornadas científico técnicas en Ponferrada, la feria con magosto en Carracedelo y las demostraciones técnicas en Corullón, tendrá lugar la cita que cuenta con 30 ponentes y 40 expositores, además de una novedad, la participación, como país invitado de Chile, para que explique sus métodos agrícolas que consisten en tratar a sus castaños como árboles frutales.
Pero Linares considera que la feria viene a contribuir a una de las carencias del sector en la comarca, su profesionalización. Conocerlo puede contribuir a que los pequeños productores -casi cada berciano tiene su castaño- se embarquen en el sueño de poder desarrollar este sector que cuenta con 18.000 hectáreas en la comarca.
Las jornadas incluyen una mesa sobre producción de planta, a la que acudirá un vivero de Portugal. También un bloque sobre fitosanitarios, "un tema de los más importantes para los productores". Completan 30 ponentes en esas jornadas científicas, con lo más destacado del sector.
Después, toma el relevo la feria, el viernes 15 de noviembre. Un total de 40 expositores se han unido a la cita. Desde castaña, a aprovechamiento de madera... todos tienen un hilo conductor en el castaño y eso le hace ser una feria singular y distinta. Con un programa de actividades amplio también para pasar un rato en familia. Habrá talleres para niños de distintas actividades artesanas. El magosto solidario será el sábado a las 19:00 horas, con aportaciones destinadas a la ONG Proyecto Hombre Bierzo. "Repartimos bollo preñado elaborado con pan con harina de castaño", explica Linares.
El sábado por la mañana llegan a Corullón las jornadas técnicas con pincho final a partir de las 13:00 horas. Se harán prácticas de poda en altura y recolección y clasificación en directo.
Es el momento de ver lo que aporta la castaña que este año está saludable y retoma una producción que puede significar una economía propia. Tras unos años negros para el sector se recupera la senda productiva, con una castaña sana con poco agusanado y hongo. En cuanto a cantidad, se recuperan cantidades normales, aunque hay zonas que siguen sufriendo los efectos de la avispilla, como Vega de Valcarce. Quedan semanas de recogida, pero por el ritmo de recogida, se podría alcanzar 8 millones, lo que sería tocar una campaña media. Los precios "tampoco han sido malos", apunta Linares, mantenidos por encima del 1,20 euros y eso considera que les da rentabilidad.
La preocupación del sector ahora está en varios focos. La avispilla "nos seguirá dejando años malos", augura, aunque se ha estabilizado "se van a producir dientes de sierra", dice. "Estamos en el camino porque las sueltas han sido muy efectivas", con más rapidez que en otras zonas de Europa.
El último hongo también ha estado en equilibrio este año, aunque se asocia al debilitamiento del árbol que deja la avispilla. Chancro y tinta siguen ahí, aunque se han hecho campañas de inoculación y es uno de los puntos que mantienen abiertos con la Junta para mantenerlo "estamos lejos de llegar al equilibrio en el tema del chancro". En este aso, sí se está caminando más lento y supone que deben hacerse más tratamientos. El cambio climático afecta a las nuevas plantaciones, con veranos extremadamente secos en algunos casos. El castaño antiguo es más resiliente.
"Lo importante es que consigamos mantener a la gente. Si no tenemos productores en los pueblos poco podemos hacer", deja claro. Lo interesante sería que tuvieran más porcentaje de producción porque cada berciano casi es productor y eso complica el sector. "Abogamos por una mayor profesionalización del sector y mejorar el cultivo", subraya .
Los alcaldes de Carracedelo y Corullón, Raúl Valcarce y Luis Alberto Arias y el concejal de Medio Ambiente de Ponferrada, Carlos Fernández coinciden en la importancia del sector y de esta feria. Sobre too Carracedelo, que acaba de firmar la concesión de 20.000 euros para la misma. Valcarce considera que el castaño es el árbol emblema del Bierzo "y hay que conservarlo", para no perderlo. En ese sentido, Arias quiso hacer hincapié en la necesaria defensa de los compradores de madera para hacer con ella "salpicaderos de coches", eliminando así ejemplares milenarios. Espera que se tenga en cuenta la necesidad de preservarlos "es un recurso turístico, patrimonial y cultural que no podemos permitirnos perderlos", dijo.
Fernández recordó la importancia de un árbol que protagoniza el Bosque del Año en este 2024, con el soto de castaños de Villar, aunque estos no ofrezcan sus castañas, pero sí su paisaje, algo que también aboga por cultivar.