La moción leonesista para defender la separación de la región leonesa de Castilla, lleva recabado el apoyo de medio centenar de municipios de León, que suman una población de casi 220.000 habitantes, casi la mitad del total de la provincia. También alguno de Zamora y Salamancay sigue su curso.
Ahora, la inminente fecha del 200 aniversario de la creación de la ‘Provincia del Vierzo’, en 1821, durante el Trienio Liberal, ha servido para reavivar un debate que, en realidad, nunca ha estado muerto del todo. La posibilidad de reivindicar la constitución de una provincia del Bierzo distinta a la de León,late sin cese en diversos foros políticos y socioculturales con unas cuantas perspectivas distintas.
En los últimos años, la presencia incluso dos partidos bercianistas en diversas instituciones, como es el caso del Partido Regionalista del Bierzo (PRB) representado en Ponferrada y Coalición por el Bierzo (CB) que lleva con ésta dos legislaturas cogobernando en la capital berciana, el pasado mandato en el Consejo Comarcal del Bierzo, y apoyando gobiernos en varios municipios más, ha hecho que de nuevo el sentimiento reivindicativo sobre la identidad berciana esté en la brecha otra vez de forma potente, a aunque sea tomada más o menos en cuenta por las instituciones.
Hace unos días, el Bloque Nacionalista Gallego ha presentado en el parlamento de Galicia una Proposición No de Ley para instar a la Xunta de Galicia a reconocer el derecho del Bierzo a constituirse en provincia y decidir su encaje territorial, con su integración en Galicia como una de las opciones, a consultar entre la población berciana. A partir de esta propuesta planteada la pasada semana por el BNG a instancias precisamente de Coalición por el Bierzo, han ido saliendo a la luz las distintas ópticas.
Y es que, la búsqueda del mejor encaje territorial para la comarca del Bierzo parece un poliedro con casi tantas aristas como habitantes tiene su territorio y los territorios colindantes.
En medio de tal cantidad de visiones y planteamientos que están surgiendo en las últimas semanas, lo quesí parece ciertamente más claro, es que este debate abierto, difícilmente va a quedar despachado con llamativas consignas o declaraciones evasivas con escaso trasfondo, como laslanzadas por distintosrepresentantes políticos de diferentes partidos e instituciones en los últimos días, que han evitado afrontar una discusión argumentada al respecto.
Otras preocupaciones
Por ejemplo, el delegado del Gobierno en la Junta de Castilla y León, Javier Izquierdo (PSOE), apuntó en una visita a Ponferrada esta semana que «las principales preocupaciones de los bercianos en la actualidad son cuestiones asociadas al empleo, a la sanidad y a la educación, similares a las de cualquier otro territorio del país».Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea(Ciudadanos) calificó la propuesta de «afanes imperiales y ensoñaciones nacionalistas» e insistió enque la preocupación de la Junta está en cuestiones como la salud, la asistencia o el empleo.
Así, las dos grandes administraciones, Gobierno y Junta, parecen estar en sintonía al respecto de las necesidades del Bierzo en estas materias. Pero, vista la realidad, ya hay quien ha salido al paso a pedir cuentas, pues, de la lamentable situación del empleo y la sanidad en la comarca, siendo algo que tanto preocupa a las grandes instituciones. Ha sido nuevamente Coalición por el Bierzo, que ha reclamado a los representantes políticos «altura de miras» y valentía para al menos afrontar el debate de cara ytratar de saber qué es lo que quieren los bercianos.
Y ¿qué es lo que quieren los bercianos? Resulta complicado de saber sin ni siquiera haberles preguntado de forma efectiva. Pero, por ejemplo, la asociación Conceyu País Lliunés hizo público esta misma semana un comunicado en el que, según su portavoz, Carlos González,«la inmensa mayoría de los bercianos se sienten leoneses y desean que se reconozca su identidad propia». El colectivo, además, declaró que rechazaban «rotundamente» la anexión del Bierzo a Galicia.
El caso es que en una comarca circular que toca al Norte con Asturias, al Noroeste con Lugo, al Suroeste con Orense y el resto del contorno con varias y muy distintas comarcas leonesas como La Cabrera, La Maragatería o Laciana, convergen naturales y comprensibles afinidades territoriales e identitarias de todo tipo.
Muestra de ellos esla importante cantidad de vecinos de los pueblos de municipios como Villafranca o Balboa que,hablan gallego como lengua cotidiana. Pasando por el potente vínculo de las cuencas mineras del Sil o de Fornela con las zonas carboneras de las lindes asturianas de Degaña, Cerredo o Ibias. O costumbres más similares a la tradición más leonesas como las de algunos pueblosdel Bierzo Alto. Pocas decenas de kilómetros que, sin embargo, posibilidad la diversidad de sentimientos de pertenencia.
Y es que, por muy pequeño que pueda parecer en otros ámbitos el debate territorial del Bierzo, no es difícil de entender que éste exista. Viendo que dentro de la propia comarca, surgen también, salvando las distancias, continuosplanteamientosdiversos y que a veces generan controversia política, vinculados a los territorios.
Fuente de Oliva, a Galicia
En el mes de noviembre, el pequeño pueblo de Fuente de Oliva, en el municipio de Balboa,aprobó en el concejo de la Junta Vecinal una petición para enviar a las administraciones solicitando desvincularse de la provincia de León y pasar a ser del municipio de Cervantes, en Lugo, hartos del «abandono» que sienten de las instituciones a las que pertenecen en la provincia de León. Incluso el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se pronunció. Vio la propuesta con «simpatía» y declaró que estos vecinos «si quieren ser gallegos, pueden serlo, ya tienen parte del camino andado», ya que existen esas zonas limítrofes a pesar de sus evidentes afinidades, por una cuestión administrativa no forman parte de su comunidad.
Candín defiende ser ‘Ancares’
También controversia bastante está provocando lo que para José Antonio Cachón, alcalde de Candín, es «un procedimiento más», el planteado en el Consistorio para que el municipio pase a llamarse Ayuntamiento de Ancares, ante el proceso de disolución de este nombre ‘Ancares’, que entienden que se está produciendo desde hace tiempo al dárselo a la Reserva Nacional de Caza, que integra a varios municipios, a la Reserva de la Biosfera, que incluye a otros, a territorios en Galicia que también llevan esa definición como comarca... Lo que quieren, dice Cachón,es que el Ayuntamiento que gestiona los pueblos del valle del Río Ancares, se llame Ayuntamiento de Ancares. Sin otra pretensión «de quitarle ni prohibirle nada a nadie».Debates históricos que parecen asustar a algunos cuando vuelven a tomar cierta fuerza, que consideran que ahora no es el momento. Que nunca es el momento.