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El periodismo es una profesión, no un oficio ni un hobby

11/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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Ahora que la apolillada y viejuna Federación de Asociaciones de Periodistas (FAPE) no ha tenido más remedio que aceptar como requisito imprescindible para pertenecer a ella tener el título o grado en Periodismo o Comunicación Audiovisual es cuando algunos iluminados se rasgan las vestiduras denunciando la tropelía e inmoralidad de aquellos que defendemos que es necesaria la titulación para ejercer como periodista. Precisamente, las mentes pensantes de la Fape y de algunas de las grandes asociaciones de periodistas de nuestro país se habían opuesto a dar este paso para evitar justamente esto, que algunos sectores del supuesto periodismo patrio enarbolara la bandera de que actualmente puede ser periodista cualquiera. Y no se engañen, este paso de la Fape ha venido dado por el soplido en la nuca de los Colegios de Periodistas, que siempre han defendido la titulación o grado como requisito indispensable para ejercer. Es lo único que explica que se hayan tardado tantos años en cerrar por fin una puerta de atrás que daba acceso a la Fape a ciertas personas sin título pero con una experiencia concreta.

Es curioso, por no decir caradura, que uno de los argumentos de aquellos que defienden que en España habitan 46 millones de periodistas es siempre que un trozo de papel como es un título universitario no vale para nada. ¿Pero entonces por qué muchos de los que pregonan eso luego han entrado en Fape por el atajo, borrado del mapa por fin, para únicamente conseguir un carné de plástico? Es paradójico e hipócrita ¿No creen? No se imaginan algunas de las personas que han utilizado esa vía de entrada. Y no me refiero a viejas glorias ni a dinosaurios del pleistoceno periodístico, que como se pueden imaginar comparten quinta con los que hasta ahora no habían dado el brazo a torcer en la Fape y que se siguen negando a asumir que el periodismo no es un oficio ni un hobby, sino una profesión, y como tal se requiere una formación reglada para ejercerla.

No entiendo el interés de algunos por incitar al suicidio de la profesión, porque este es el futuro que nos espera si no conseguimos desenmascarar a aquellos que basándose en falsos argumentos y movidos por intereses, algunos más lícitos que otros, no se cansan de infravalorar las enseñanzas impartidas en las facultades y por lo tanto defienden que no es necesario el título para ejercer. En este tipo de debates siempre sale el artículo 20 de nuestra Constitución, en el que se recoge el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Hasta donde yo sé, nadie está pisoteando ese derecho cuando se defiende que para ejercer de periodista se debe tener la titulación correspondiente. Una cosa es el derecho que tenemos todos los españoles a comunicar lo que deseemos y otra cosa es querer convertirse en periodista. Que alguien comunique a través de una red social o un blog su idea o reflexión sobre algún tema concreto no tiene nada de malo. Pero es que eso está en las antípodas de lo que es realmente el periodismo. Y lo que no entiendo es cómo algunos se empeñan desde dentro del sector en querer igualar ambas comunicaciones cuando curiosamente los legos en la materia lo diferencian claramente. O sí, quizás no yerro el tiro si digo que hay ciertos actores en este asunto a los que les interesa una profesión desunida y de baja calidad para así evitar una unión que permita decir basta ante la precariedad laboral y los intentos de manipulación con los que tenemos que combatir día a día los periodistas de nuestro país.

Y si ya había muchos personajes dudosos en este Circo de los Horrores resulta que una subdirectora de un máster impulsado por uno de los medios con pedigrí de este país (y no doy más pistas) afirma que a su máster «llegan titulados en todo tipo de carreras, incluso técnicas, y en dos meses se ponen a la par con los que han estudiado Periodismo». ¿Se les ocurre alguna manera más contundente de echar por tierra la calidad de la enseñanza que se da actualmente en nuestras facultades de Periodismo y Comunicación Audiovisual? Ya estamos tardando los licenciados y graduados en crear una plataforma para demandar a todas las facultades y reclamarles una indemnización porque ellos han tardado cuatro o cinco años, según el caso, en enseñarnos lo que esta gran erudita y su inigualable profesorado tardan dos meses. Es curioso pero cuando se habla de los máster se pretende dejar en un segundo o tercer plano los intereses económicos que hay detrás de ellos, siendo una vía de financiación muy importante para muchas empresas privadas y un caladero de futuros explotados. Y es que la pérdida de ingresos publicitarios y de venta de periódicos se pretenden suplir en parte con este tipo de formación, en la que para pasar por caja no se exige la titulación de Periodismo ni de Comunicación Audiovisual. Seré un ingenuo pero yo pensaba que los máster eran para especializarte o mejorar tus conocimientos previos.

Que algunas empresas privadas vinculadas con el periodismo antepongan sus intereses económicos a la profesión me entristece pero no me sorprende, lo que sí me deja atónito es el silencio de muchas universidades ante este tipo de ataques que ponen en duda su credibilidad y la validez de los estudios que imparten. Pero es que lamentablemente algunas universidades también han entrado en este juego y se han convertido en cómplices de este tipo de máster.

Creo que no podemos esperar más para que los que creemos que el verdadero periodismo y las universidades que tengan facultades de Periodismo y Comunicación Audiovisual nos unamos y consigamos poner en valor a nuestra profesión, lo que pasa en primer lugar por una revisión exhaustiva de la oferta formativa actual y exigir la titulación para ejercer. ¿Empezamos?
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