

No obstante, la hostelería demanda también desde Madrid, Valencia, Andalucía y en Galicia. También particulares que lo reclaman “por la disposición de carne fresca”, ya que la mayor parte del producto congelado que se puede encontrar en el mercado actual, señaló Paula Echenique, es asiático, “que es de gama media y pierde la delicadeza de este tipo de carne”. No tiene nada que ver con un producto que para esta argentina adoptada por Zamora, “es como un mix entre pulpo y cocochas de bacalao, casi terciopelo en el paladar”.
A día de hoy y tras nacer en 2014 -aunque con comercializando desde hace un año-, la firma puede presumir de una selección y procesamiento minucioso “por medio de un trabajo cien por cien artesanal, con controles de calidad”.
Un criadero tras una década de investigación
Fue hace diez años que cuando el sayagués Fabián Simón participó en un proyecto de la cría de rana autóctona en la Universidad de León, donde estudiaba. No dejó de investigar sobre las prácticas, como él mismo recuerda, y de recorrer a lo largo del planeta proyectos similares, hasta que hace un lustro creó el suyo propio, convertido en plan de negocio en 2012, gracias también al “impulso” de Paula. “Estamos en fase de proyecto de investigación de cría en Castilla y León, en Carbellino. Sólo existe otro en Francia en toda la Unión Europea.
De hecho, él mismo habla de numerosos empleos directos gracias a un sistema de integración vertical. Como detalle, lo explica con una similitud: “Crearemos cuatro o cinco empleos en la cría directa. Después, por cada 75.000 ranas es un puesto de trabajo. Y nuestra previsión es alcanzar el millón de una forma bastante viable”. A ello se sumarían otros tres o cuatro profesionales en la sala de despiece.
Pero hasta alcanzar el culmen del proyecto, Simón sabe que queda mucho camino, a pesar de la relevancia del ya recorrido. Por ello, está en plena organización de un clúster del sector junto a Cartif e Ideas TX Ingeniería, que se encargan de la parte más técnica. Para él y Paula se reservan el área de zoología, selección genética, alimentación y selección de especies. “Tenemos pensado empezar el proyecto el mes que viene, con un centro de selección genética y de huevos para padres reproductores. Esta parte estará lista en un año como mucho y a partir de ahí, tardaremos entre dos y tres años para tener unos primeros padres que saquen reproductores”.
De forma paralela, añade el sayagués, obtendrán las licencias necesarias para empezar a construir el criadero a finales de 2017, en un proceso que será rápido, y “poder traer las primeras ranas vivas en pareja a primeros del año próximo”. Todo ello lo darán a conocer del 24 al 27 de abril en el Salón Gourmet de Madrid, donde esperan que su producto se empape de éxito. Próximamente organizarán también una cata-maridaje con cerveza y ancas, “que será increíble”.
El mundo de la rana para este matrimonio no acaba en el consumo de un producto considerado para muchos como un manjar. Su objetivo va más allá y pretenden “valorizar” el resto del cuerpo: la piel, la hueva, el útero, el hígado y el resto lo destinaremos, también con carácter comercial, para ‘pet-food’, alimentos para mascotas, sobre todo reptiles, que cuenta con una exigente demanda. También se plantean la posibilidad de surtir, con rana viva, a la docencia e investigación, un reto que, clarifica Fabián, cerraría el círculo con el que todo empezó.