El Vía Lucis resucita tras la pandemia en la parroquia de San Antonio de Padua

«Mino Cerezo Barredo, sacerdote claretiano, nacido en Villaviciosa (Asturias), es un excelente muralista conocido como ‘el pintor de la liberación’.Hace unos años nos pintó seis tablas para el retablo sobre ‘Jesús pasó haciendo el bien’ (Mateo 25, 35). Y hace unos meses, en un encuentro con él, le propuse la idea de hacer un vialucis sobre los encuentros pascuales de Jesús Resucitado. Aceptó el reto». Así resume Juanjo Ruiz, salesiano y párroco de San Antonio de Padua, la génesis del original retablo de esta iglesia, situada en el cruce de Michaisa de la capital leonesa.

Recuerda Ruiz que «a finales de 2019 pinta las catorce experiencias de encuentro de Jesús con los apóstoles». Posteriormente, en la noche de Pascua de 2020 este vialucis se iba a inaugurar, pero la pandemia hizo que se pospusiera. La inauguración tendrá lugar este domingo a las 12:00 horas, con la bendición del obispo de la Diócesis de León, Luis Ángel de las Heras. En la jornada de ayer se proyectó en la parroquia un vídeo sobre el vialucis rodado por el propio autor.

En cuanto al retablo, se trata de 14 cuadros a color en tabla de 30 por 50 centímetros, que colocados al fondo de la iglesia, alrededor de la estatua de Jesús Resucitado, que se trajo de Italia y fue donada por una familia, «incitan a encontrarnos con Jesús para dar testimonio de su vida», explica el párroco.

El propio Cerezo Barredo expone que «los relatos que nos han transmitido los evangelios intentan concretar el hecho de la resurrección, real, aunque fuera del tiempo y del espacio… ¿Cómo traducir y expresar en lenguaje plástico lo mismo que nos han narrado? He pintado muchas veces y con bastante realismo a Jesús resucitado».Entre esas pinturas se encuentran obras en Juanjuí y Arequipa (Perú), Medellín (Colombia), SaoFéliz do Araguaia (Brasil), Granada o Florida de Liébana (Salamanca).

El pintor asegura que «las 14 experiencias de Jesús Resucitado nos hablan hoy del compromiso que tenemos los creyentes de vivir la experiencia de encuentro con Jesús y transmitirlo a nuestra sociedad. Somos más de viacrucis y de Viernes Santos que de Domingo de Resurrección. Nos cuesta más sentirnos acompañados por Jesús, vivo y resucitado, sentirnos iglesia que caminamos con Jesús y transmitiendo los valores evangélicos».

Con estas ideas presentes, Cerezo Barredo, asegura que con el reto del párroco leonés «se me presentaba la nueva tarea como un desafío. Últimamente estoy experimentando con elementos de formas y color menos figurativos. Tal vez conseguiría expresar ahora más aproximativamente el carácter real, aunque no espaciotemporal de la resurrección.¿Pudiera ser este un lenguaje más asequible al creyente adulto de hoy?».

Las respuestas se encuentran en los ojos de quienes se acercan a esta parroquia alejada del centro histórico de la ciudad, pero que busca la mejor forma de acercarse a la comunidad religiosa.’