Un mitin de 'justicia' para cerrar campaña en el PSOE

Los socialistas leoneses no habían vuelto a escuchar a ‘su presidente’ arengando a las masas en un mitin desde 2011 y quizá por ello, y por los ocho años que han pasado de por medio, le recibieron derrochando gestos de cariño. José Luis Rodríguez Zapatero entró el pabellón del colegio público Luis Vives justo después de que La Troupé de la Merced, el grupo segoviano que estuvo animando la espera, interpretara el ‘Bella Ciao’, el himno de la resistencia italiana contra el fascismo y el canto popular de las trabajadoras de los campos de arroz. El ambiente estaba caldeado y ya estaban todos en pie para recibir a Zapatero, que aparecía junto a Javier Cendón y Luis Tudanca por el pasillo central, arropado por los claveles rojos que repartían a la entrada y las banderas de Castilla y León –que ya estaban algo más arrugadas que cuando Pedro Sánchez abrió campaña–.

El expresidente del Gobierno leonés no se anduvo con preámbulos y nada más plantarse delante del micrófono fue al grano: «El domingo vamos a ganar a la derecha A, a la B y a la C». La antigua, la borde y la cobarde, explicaba acto seguido expresando su preocupación porque «lo que era el centro-derecha se abrace a la extrema derecha, que por ellos no hubiéramos votado estos 40 años, no saben dónde se han metido, tendrán que pasar por un proceso de crisis muy serio». Por eso, insistió, «el domingo tiene que haber una afirmación democrática, una afirmación del respeto, del diálogo, que mantenga el rumbo de España, del progreso», dijo pidiendo el voto para el PSOE.

Zapatero tiró de patria para expresar la necesidad que tiene este país de PSOE, de un partido que, aseguró, siempre ha sido leal y pacificador. «Talante», soltó con toda la intención, y el público aplaudió a su expresidente, que afeó la crispación que, a su entender, han demostrado las derechas en esta campaña electoral. «Nunca les había visto así, no sé si es que lo de Vox se contagia, pero ya estamos echando de menos a Rajoy...», bromeaba un Zapatero que recordó que él, como Pedro Sánchez, también fue objeto de insultos y mentiras por parte de la derecha: «A mí también me acusaron de vender España, y Navarra, y Cataluña... por ellos ya no quedaría nada por vender», por eso destacó el coraje y la valentía de Sánchez, cuyo logros también sacó a relucir ante los presentes, más de un millar de personas entre las 800 que tuvieron silla y las que tuvieron que quedarse de pie.

Pero si de justicia entendían algunos que era volver a ver a Zapatero predicando en su tierra, más justicia fue la que introdujo el expresidente en su discurso. Justicia social, justicia con las mujeres, justicia con los inmigrantes, justicia con los que menos tienen... El domingo, según Zapatero, «nos jugamos o derechos o recortes, o libertades o eliminación de derechos» y defendió la conveniencia de que España dé un salto definitivo para tener una economía innovadora.

«A la derecha no le duele España, lo que realmente le duele es no estar en el Gobierno de España, y el verdadero patriotismo se demuestra cuando se está en la oposición ayudando a sacar adelante los grandes temas de Estado», indicaba Zapatero. El expresidente del Gobierno recordaba así el apoyo de Sánchez sin condiciones a la aplicación del artículo 155 en Cataluña con Mariano Rajoy en el Gobierno y recalcó que «todavía está por ver que el PP apoye al Partido Socialista en alguna cuestión de Estado». «Tenemos el orgullo de haber sido valientes en la oposición y valientes en el Gobierno, arriesgando en el tema del terrorismo para que hoy exista un País Vasco en paz y convivencia», sostuvo antes de afirmar que «es bajo los gobiernos del PP cuando surgen las crisis territoriales y luego al PSOE le toca enderezarlas con diálogo y acuerdos».