Siempre se valora el sentido del deber cívico de quien acude a votar en circunstancias especiales, aunque sean felices por poder hacerlo con gran lucidez y más de 100 años de edad, como fueron los casos de Carmen Costilla, en La Pola de Gordón, a los 103 años; o Araceli Martínez Blas, con 102, que votó en el municipio cepedano de Quintana del Castillo aunque ella vive en Escuredo.
De las dos destaca su lucidez y buen estado físico, las dos pasean habitualmente por sus pueblos, charlan con los vecinos y llevan en sus cabezas un siglo de vida en situaciones a veces complicadas, tiempos duros. Carmen Costilla regentó un comercio, lo que le da gran visibilidad; y Araceli, además de las faenas de la casa fue una excelente costurera, después de haberse formado para ello. Ayer acudió a votar con el conocido hostelero en León, de Casa Rafa, su yerno, quien comentaba que le encantaba lo de ir a votar: “Si hubiera elecciones todos los años a ella le daban vida, le recargan las pilas”.
No es mala disculpa para convocarlas.
Un recorrido electoral por la Montaña Vaciada (V): las centenarias dan ejemplo
Carmen Costilla, de 103 años, y Araceli, de 102, acudieron a cumplir su deber de votar
28/05/2023
Actualizado a
28/05/2023
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