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Los desencuentros entre Ulibarri y García son consecuencia de algunas formas de proceder del ‘patatero’, que habrían molestado al constructor burgalés por su falta de discreción. En una conversación que mantienen los supuestos cabecillas de la trama en León en septiembre del pasado año (reproducida a la derecha de la imagen), según recoge la Policía, Ulibarri recrimina a Ángel Luis «que no fuera más discreto en sus actuaciones». Además, de esta discusión concluyen los investigadores la «posición de superioridad que ostenta José Luis Ulibarri con respecto a Ángel Luis, quien únicamente ejecuta sus órdenes.
En otra conversación de finales febrero de este año, cuatro meses antes de su encarcelamiento, el magnate burgalés le comenta a su hija Soledad «que le va a comprar el 40% de una sociedad que tiene a medias con Ángel Luis para quedársela».
En la conversación Soledad le pregunta si le «interesa seguir de socio con él», a lo que Ulibarri responde que no tiene «muchos interés, pero...». Seguidamente, Soledad responde que «el tío es un ‘buf’, es más una carga que un, si...». El empresario afirma que «ha habido cosas que él quería que fuéramos y he dicho que no».
La conversación continúa y segundos más tarde Soledad vuelve sobre el tema y afirma que Ángel Luis «te promete mucho y no te resuelve nada», a lo que contesta el empresario que él lo «hacía para no figurar» y critica que «lo primero que lleva (‘el patatero’), soy socio de José Luis Ulibarri...». Instantes antes de despedirse, Soledad apunta que «además es que habla...», a lo que su padre sentencia «no me agrada nada».
La conversación referida se produjo apenas una semana más tarde de otra entre Ulibarri y ‘el patatero’ en la que parecen bromear. El burgalés descuelga «a mandar», a lo que el maragato contesta «(risas) buenas tardes, su señoría, ¿cómo que a mandar?, a mandar yo», a lo que responder Ulibarri «a mandar, siempre a mandar».