En el municipio de Cistierna encontramos el Esla, uno de los ríos más importantes del noroeste. Se trata del mayor afluente del Duero que viene arrastrando su importancia desde tiempos pre-romanos -ya Astures y Cántabros le conocían como el Río Ástura-, y es un río principalmente de trucha. Un río de aguas versátiles, con zonas con corriente y otras más paradas y profundas, en las que destaca una zona de pesca a su paso por Cistierna: el coto de Pesquera, entre Cistierna y Cubillas de Rueda.
El coto de Pesquera ofrece a los pescadores 6,7 kilómetros para la práctica de este deporte, delimitados desde el azud de la presa de Pesquera hasta la línea de alta tensión Navatejera-Guardo. Para este primer período habilitado para la pesca, que val del 29 de marzo al 31 de agosto, se fijan como días sin muerte los jueves y sábado con 13 permisos por día, mismo número que para los días fijados para la pesca con muerte, que serán los martes, domingos y festivos.
El río Esla, como todos los regulados en León, suelen ofrecer a los pescadores su mejor versión a mediados de septiembre y octubre cuando cesan los riegos y el río recobra su caudal normal. Pero durante toda la temporada es muy visitado.
Senderismo, escalada, legado y gastronomía
El Esla vertebra el municipio de Cistierna, pero no es el único reclamo para acercarse a este rincón de la montaña oriental leonesa. Una jornada de pesca puede ser un buen motivo para acercarse a Cistierna, y disfrutar de una velada truchera, de sus paisajes, de su carácter y legado industrial, y de su gastronomía tradicional.
Si nos decantamos por el senderismo, cuenta con distintas propuestas como la ruta Río Esla, el Mirador de los Rejos, Lagunas-el Hoyón, la ruta perimetral a Peñacorada, o la Vía Ferrea-Puente de Hierro, enclavadas en lugares con encanto natural o patrimonial.
Los amantes del deporte de altura encontrarán aquí la Vía Ferrata ‘Cueva del Elefante’ -con una longitud de 260 metros, un desnivel positivo de 160 metros, y una dificultad máxima de K3-, un impresionante recorrido vertical desde el que podemos disfrutar de unas vistas espectaculares de Cistierna y la vega del Esla.
Para una visita más tranquila, una buena opción es El Museo del Ferroviario, testimonio de la importancia de la llegada del tren a Cistierna a través de un amplio conjunto de objetos, audiovisuales y fotografías que resumen los más de 100 años de vida del ferrocarril hullero.