El derecho a la información es un derecho fundamental reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que nuestra Constitución consagra en su artículo 20. La Carta Magna española reconoce y protege el derecho a expresar y difundir pensamientos, ideas y opiniones, a la producción literaria, artística, científica y técnica, a la libertad de cátedra y a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.
En el ejercicio de ese derecho juegan un papel clave los medios de comunicación que, de forma vicaria, canalizan el caudal informativo hacia la sociedad. Son, por tanto, la principal herramienta de la ciudadanía para acceder al conocimiento de aquellos hechos de relevancia pública que conforman a la postre sus opiniones. Podría decirse que la calidad de las sociedades democráticas puede medirse por la calidad de la información que reciben.
La información, cómo todos los ámbitos de nuestra vida, se encuentra inmersa en este momento en una espiral de cambios y de retos que, en el caso que nos ocupa, encuentra su máxima expresión en la revolución digital en curso. Más que la información como tal, los modos de difundirla y recibirla. A este respecto, si aceptamos la máxima de Marshall McLuhan de que el medio es el mensaje, podremos entender cómo los cambios que se están experimentando en los canales informativos pueden llegar a condicionar los contenidos.
La irrupción de internet, primero, y de las redes sociales como formulas de acceso a la información, convertidas ya en masivas, han modificado un menú informativo que parece primar la inmediatez frente al rigor y la manipulación frente a la veracidad.
Todo este preámbulo, viene al caso del décimo aniversario de La Nueva Crónica de León que celebramos a través de estas páginas en las que me han ofrecido la oportunidad de participar como presidente de la Diputación de León. Que cualquier medio de comunicación cumpla años es ya suficiente motivo de alegría para la sociedad a la que sirve, la sociedad leonesa en este caso.
Pero si, además, hablamos de un periódico impreso estamos ante un doble motivo de orgullo y de agradecimiento.
Sin renunciar a la inmediatez, ya que las ediciones digitales permiten cubrir ese espectro, los periódicos impresos siguen siendo la punta de lanza de una calidad informativa a la que nunca debemos renunciar. Y eso es así, fundamentalmente, gracias a los profesionales que conforman las redacciones de los periódicos, la redacción, en este caso, de La Nueva Crónica de León. Información tratada por profesionales honestos, esa es la fórmula. Parece sencillo, pero cada vez lo es menos en los tiempos que corren. Por eso, es de agradecer el trabajo, la dedicación y el tesón que cada día dedican estos profesionales para que la información llegue a la ciudadanía de forma veraz y contrastada.
En estos diez años en los que La Nueva Crónica de León ha consolidado su oferta informativa no sólo ha cambiado los usos y modos en que recibimos la información. La propia provincia ha experimentado procesos que no dejan lugar a dudas del momento decisivo que nos ha tocado vivir. Y por encima de todos ellos, quiero destacar el que más nos ocupa y preocupa. La provincia de León tiene en este momento 40.000 habitantes menos que en 2013. La despoblación es sin duda el principal reto al que nos enfrentamos como sociedad y al que las administraciones públicas estamos obligadas a dedicar todos nuestros desvelos ya que, pese a algunos aspectos que pueden permitirnos cierto optimismo, la tarea que nos queda por delante es aún colosal.
La despoblación es una lacra que afecta de manera especialmente grave a nuestro medio rural. Por ello, más que nunca, nuestros pueblos tienen que recibir las mismas dotaciones de que disponen las áreas urbanas en igualdad de condiciones. También es clave dotar al medio rural de una conectividad plena a las nuevas tecnologías de la comunicación.
Siempre que se hace balance, en este caso de los últimos 10 años junto a LNC, es también hablar de futuro y hablar de futuro en León es hablar de sectores tradicionalmente básicos para el desarrollo de nuestra provincia como la agroalimentación o el turismo. Tenemos que revitalizar el medio rural con ayudas al sector primario, la potenciación de una cadena productiva agroalimentaria propia, la promoción de los productos locales, el apoyo al emprendimiento sostenible.
La posición geográfica de León también nos convierte en un referente logístico de primer orden que se afianzará con las infraestructuras pendientes como el Corredor Atlántico o a la recuperación de la Vía de la Plata.
Grandes retos para los que necesitamos la colaboración de todos los sectores de la sociedad leonesa de la que La Nueva Crónica de León forma parte en un lugar destacado.
Enhorabuena a LNC por estos 10 años de compromiso informativo y gracias por anticipado por los que quedan por delante.