A lo largo de las próximas 60 páginas el lector podrá encontrar distintas visiones sobre aquellos que apuestan por León, desde los representantes de nuestras principales instituciones hasta los responsables de diferentes asociaciones, sindicatos, federaciones, partidos políticos y demás entidades que forman parte del conglomerado de la sociedad, la economía, la cultura y la política leonesas.
De alguna manera, todos los que vivimos en esta provincia apostamos por ella, aunque cabrían muchas matizaciones en tal afirmación. Hay formas de apostar con pasión, con convicción, con la esperanza de mejorar un lugar que es privilegiado se mire como se mire, aunque a veces se nos olvide un poco a todos, pero también hay otras formas de apostar que, la verdad, parecen en negativo, dispuestos siempre a destacar lo peor, a señalar a los culpables exhibiendo demasiados complejos que han hecho que no crezcamos todo lo que deberíamos.
En nuestro caso, la apuesta por León y por el Bierzo llegó hace ahora casi once años, que fue cuando nació la edición de papel de La Nueva Crónica, en un escenario verdaderamente complicado para los medios de comunicación pues estaban cerrando periódicos por todo el mundo. La valentía de la familia Lesmes, su apuesta por su tierra, y el compromiso de ABC, nuestro periódico hermano con el que desde aquel 28 de noviembre de 2013 acudimos cada día a los kioscos de toda la provincia, permitieron hacer el sueño realidad y alumbrar el nacimiento de un periódico cuando ya parecía que todos los de papel estaban destinados a morir de forma inminente. Pero, junto a una redacción de periodistas apasionados por su trabajo y con ganar también de apostar por su tierra, y con mucho esfuerzo y sacrificio conseguimos asentarnos dentro del panorama de los medios de comunicación, siempre convulso, hasta el punto de que hoy somos el referente para miles de leoneses que eligen nuestra edición de papel o nuestra edición digital para informarse, para conocer su entorno más próximo, para no perderse las citas más importantes y para tener las herramientas necesarias que permitan al que quiera apostar por su tierra.
Pero aunque se acerque nuestro aniversario, y aunque tengamos todo el derecho del mundo a celebrarlo porque nos ha costado mucho llegar hasta aquí, no hemos venido hoy para hablar de nosotros, sino para aplaudir a los que apuestan por León y por el Bierzo, para hacer un repaso de nuestros retos, para hacer un balance de nuestras fortalezas y también de nuestras debilidades y de esta manera tener un poco de conocimiento en torno al proyecto común que, queremos o no, tenemos todos los que vivimos en esta provincia.
En las próximas páginas se pueden leer opiniones de voces sobradamente autorizadas de todo esto. Sin duda, es preciso destacar que uno de los pilares sobre los que se asienta la economía leonesa tiene que ver con el turismo, quizá cada día más, quizá cada día con menos previsión porque se pretende captar turistas de una forma global, cualquiera vale, cuantos más mejor, pero cuando se ha alcanzado un volumen de visitantes tan importante como el que ya tiene León, cuando entre todos hemos conseguido que nuestras ciudades y toda la provincia se hayan convertido en un referente para el sector entre los destinos más solicitados, debemos intentar especializarnos, no morir de éxito ni matar la gallina de los huevos de oro.Debemos huir del turismo exprés, que aunque lo parezca por su rapidez no es el que más ingresos genera aquí, sino que además lleva ligados algunos problemas de higiene y seguridad que pueden terminar porque el centro de las ciudades o los principales lugares de interés queden habitados únicamente por turistas y no por los leoneses que llevan dos mil años dándole vida. Intentar aumentar el tiempo de estancia de quienes nos visitan debe ser un reto no sólo para los profesionales del sector sino para todos los leoneses. Para eso, es imprescindible la mejora de algunas comunicaciones (más bien su fiabilidad, sobre todo en cuanto a trenes, de todos los tamaños, de todas las categorías y de todos los anchos métricos) y que se haga realidad la segunda fase de la rehabilitación del Hostal de San Marcos.
La industria, más bien su escasez, es el gran condicionante de la economía leonesa, y en los últimos años hemos tenido noticias muy positivas en este sentido, sobre todo con el parque tecnológico y los polígono industriales de Villadangos y El Bayo como principales exponentes. Queda mucho por hacer y, sobre todo, que se cumplan las promesas que tienen que ver, por ejemplo, con Torneros, del que muchos leoneses se muestran, con razón, cada día más escépticos.Por lo que se refiere a subsectores industriales, sería preciso destacar el biotecnológico y el de ciberseguridad, ya asentados, y el pujante del aluminio con Villadangos como punto estratégico.
Cultura, naturaleza, gastronomía, educación, investigación, deporte...Sería más fácil preguntarse qué no se puede hacer en esta provincia y sólo nos queda dedicar la mejor de las fortunas a nuestros dirigentes para que consigan que todos sigamos apostando por León.