Iberdrola impulsa el bombeo hidroeléctrico, una solución real y competitiva para la transición energética

Se trata de la tecnología que aporta más flexibilidad al sistema, esencial para la Transición Energética y la migración hacia un sistema 100% descarbonizado

22/03/2025
 Actualizado a 22/03/2025
Embalse, presa y central hidroeléctrica de bombeo Aldeadavila.|IBERDROLA
Embalse, presa y central hidroeléctrica de bombeo Aldeadavila.|IBERDROLA

El agua no es solo un elemento esencial para la vida o un líquido insustituible para muchos procesos industriales, sino que también puede jugar un papel preponderante en la transición energética en la que ya estamos inmersos. 

La gestión eficiente de los recursos hídricos se ha convertido en esencial para la salud del planeta e Iberdrola se esfuerza en hacer un uso racional del agua y afrontar los riesgos relacionados con su escasez. Para lograrlo, la compañía busca el método más adecuado para evitar afecciones y pone en práctica diferentes medidas encaminadas a un uso más sostenible del agua.

La tecnología hidroeléctrica de bombeo es actualmente el sistema más eficiente y competitivo para almacenar energía a gran escala. Es más rentable y aporta estabilidad, seguridad y sostenibilidad al sistema eléctrico, al generar gran cantidad de energía con un tiempo de respuesta muy rápido, presentar un rendimiento muy superior a las mejores baterías del mercado y sin generar ningún tipo de emisión contaminante a la atmósfera.

La apuesta de Iberdrola por la tecnología hidroeléctrica forma parte indiscutible de su historia al remontarse a los propios orígenes de la compañía. Con más de 13.100 MW de potencia instalada en todo el mundo, el grupo apuesta por este tipo de central esencial para la transición energética y se mantiene como líder en almacenamiento de energía con una potencia de más de 4.400 MW instalados mediante hidroeléctricas de bombeo.
Centrales hidroeléctricas como Villarino y Aldeadávila (Salamanca), Gouvaes en el río Tâmega (Portugal) o el complejo de Cortes-La Muela (Valencia), la mayor instalación de estas características en Europa, son una salvaguarda para el sistema eléctrico.

En Castilla y León, la central de Villarino, en la presa de Almendra, es de vital importancia con sus 810 MW de potencia instalada reversible. Así, se genera energía hidráulica renovable y limpia para abastecer a más de medio millón de hogares, y crear un beneficio ambiental y social para las comunidades del entorno de la cuenca hidrográfica. 
Esta central utiliza el desnivel de 400 metros entre los embalses de Almendra, el tercero más grande de España, y de Aldeadávila, ambos localizados en la provincia de Salamanca.

Las centrales hidroeléctricas de bombeo del Duero experimentaron en 2024 un aumento significativo en su contribución al mix de generación de electricidad en España, cerrando como el año de mayor bombeo desde su construcción. Si lo comparamos con la media histórica anual, el ejercicio pasado se bombeó más del doble, en concreto, 2,3 veces más.

Un hito hacia un futuro energético más limpio y sostenible

En los últimos años, el almacenamiento hidroeléctrico ha adquirido un papel esencial en el sistema eléctrico por el crecimiento renovable experimentado y previsto para las próximas décadas. En este sentido, resulta necesario localizar nuevas instalaciones utilizando infraestructuras existentes y al mismo tiempo buscando dotar de una mayor flexibilidad en la operación.  

La mayor flexibilidad exigida en el sistema eléctrico implica una mejora en el tiempo de respuesta, para ello, se han introducido avances en el sistema de arranque. Por otro lado, la introducción de velocidad variable permite mejorar el ajuste de potencia de bombeo y adaptar esquemas de bombeos entre embalses que tengan una gran variación de niveles. La experiencia adquirida y la mejora en el empleo de modelos computacionales permiten abarcar mayores potencias instaladas y diseñar centrales con saltos y caudales cada vez mayores. 

Iberdrola España ha activado la plena operatividad de la capacidad de bombeo de uno de los grupos reversibles de la central hidroeléctrica zamorana de Valparaíso. Gracias al destacado trabajo de su equipo técnico, ha conseguido añadir 60 megavatios (MW) a la capacidad de almacenamiento por bombeo en España, tan necesaria para la óptima gestión de la producción renovable

También está ya a pleno rendimiento la optimización de la central de acumulación por bombeo de Santiago Sil–Xares, en el término municipal de Vilamartín de Valdeorras, Ourense. Para ello, se ha instalado un arrancador estático que unido a una batería de 5MWh permite acoplar a la red, de forma más rápida y flexible, el actual bombeo hidroeléctrico entre ambos ríos, los cuales cuentan con un desnivel de 230 metros, 50 MW de potencia y una capacidad de almacenamiento de casi 3 GWh (3.000 MWh). 

El proyecto de bombeo en Valdecañas (Cáceres) que ya se encuentra en proceso de puesta en marcha, permitirá mejorar el potencial energético del Río Tajo al almacenar estacionalmente la energía excedente del sistema en el embalse de Valdecañas. Contará con una potencia total de 275 MW e incluye un sistema de batería hibridada con los grupos. La batería tiene una potencia de 15 MW y si está completamente cargada puede llegar a los 7,5 MWh de energía almacenada. El conjunto de batería y grupos hidráulicos cuenta con una reserva energética de 210 GWh (equivalente a 5,2 millones de baterías de vehículo eléctrico).

La activación de la capacidad de bombeo de una central reversible es un hito en el camino hacia un futuro energético más limpio y sostenible donde las “baterías hidroeléctricas” son un pilar fundamental.

La importancia de los embalses de regulación

Un principio básico de la generación hidráulica es que el agua ni se despilfarra ni se pierde durante el proceso, tan solo se aprovecha su potencial energético para transformarlo en electricidad. Por ello, los embalses no ‘malgastan’ agua, únicamente regulan su flujo, de forma transparente y estrictamente regulada.

Los embalses hidroeléctricos de regulación contribuyen de manera muy importante a regular (almacenar) agua, son elementos capitales que ayudan a combatir los efectos de las sequías y, al mismo tiempo, en época de abundantes lluvias contribuyen a evitar desbordamientos ayudando a laminar las avenidas, siempre en coordinación con las administraciones pertinentes. Todo ello con un control exhaustivo del caudal que permite proteger el ecosistema fluvial, tanto en períodos de sequía como de extrema pluviosidad. 

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