Vegacervera: El ‘idilio’ entre el agua y la roca

El municipio ha sido dibujado por la bravura del río Torío a través de la montaña y el tiempo

14/11/2024
 Actualizado a 14/11/2024
Las Hoces de Vegacervera, moldeadas por el agua. | MAURICIO PEÑA
Las Hoces de Vegacervera, moldeadas por el agua. | MAURICIO PEÑA

Hablar de la riqueza natural de Vegacervera es hacerlo de un ‘idilio’ entre el agua y la roca. En plena Reserva de la Biosfera de Los Argüellos, el municipio ha sido dibujado por esta relación entre ambos elementos, que nos dan verdaderos tesoros más que conocidos, como la Cueva de Valporquero y las Hoces de Vegacervera.


La Cueva de Valporquero -puede visitarse hasta el próximo 9 de diciembre, de jueves a domingo y festivos hasta las cinco de la tarde-  es una maravilla natural subterránea, a 1.309 metros de la localidad de la que recibe el nombre. Esta cueva está marcada por estalactitas, estalagmitas, coladas y columnas de diferentes brillos y colores que se suceden a lo largo de siete salas visitables. La Cueva es una inmensa boca por la que, acompañados de un cristalino arroyo, podemos descubrir ocultas e increíbles maravillas subterráneas. Siete y galerías -Pequeñas Maravillas, la Gran Rotonda, Hadas, el Cementerio Estalactítico, la Gran Vía, la Columna Solitaria y Maravillas, además del acceso al curso de aguas- constituyen los distintos recorridos turísticos que nos ofrece.

El otro elemento, fruto de la relación entre el agua y la roca, son las Hoces de Vegacervera. Espectaculares y enormes paredes verticales, que superan en algún caso los cien metros de altura. El valle alto del río Torío y la erosión fluvial de la roca caliza han dado lugar a esta garganta de grandes paredes verticales, y es las Hoces son  uno de los más notables Espacios Naturales de la Cantábrica Leonesa, resultado de la paciente lucha del agua contra la roca a través del tiempo. 
Vegacervera, un municipio de unos 300 habitantes, ha sabido hacer de su entorno su mejor embajador, apostando por el turismo y el sector agroalimentario. El turismo rural es clave en este rincón de la montaña central leonesa, ofreciéndonos diferentes posibilidades para disfrutar de momentos de ocio al aire libre en familia o con amigos. Existen empresas especializadas en actividades de ocio y aventura con una amplia oferta para disfrutar de todo lo que la naturaleza nos permite: senderismo, barranquismo, espeleología…


La gastronomía es otra de las claves que han dado a conocer el municipio, más concretamente la cecina de chivo, que celebraba recientemente su XXXIII Feria, declarada de Interés Turístico Provincial. Este manjar es, desde hace años, el mejor embajador de esta comarca, llevando el apellido ‘Vegacervera’ dentro y fuera de nuestras fronteras. Este producto autóctono se consume de dos formas: curado o entrecallado. Destaca por encima de todo su intenso y característico sabor. Un sabor que es el resultado de la elaboración artesanal con carnes selectas, leña de roble y frío de montaña.

 

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