Es el alcalde de la capital del Bierzo, la cabeza tractora de un Bierzo que necesita una regeneración. Y eso supone para él más que una responsabilidad, es el orgullo de hacer patria dedse dentro, con objetivos claros, mejorar la vida de los ciudadanos y repercutir en positivo. Encender las luces, dice, en un territorio donde el gris se había convertido casi en dogma.
-Ponferrada es la cabeza del Bierzo, ¿siente el peso de esa responsabilidad?
-Más que responsabilidad y peso, de lo que me sirve es de ánimo e impulso y motivación. Ponferrada es la capital del Bierzo, donde se concentra más de la mitad de su población y servicios de todo tipo. Es una realidad objetiva, que somos esa locomotora que debe capitanear al Bierzo y, una reflexión, que el tren está compuesto por la locomotora y los vagones y ninguno puede fallar. Todos los ayuntamientos tenemos que contribuir, en la medida de lo posible y teniendo en cuenta nuestros medios a sacar adelante este ambicioso proyecto de comarca. No tengo dudas que es lo que todos queremos, un futuro próspero para la comarca y para todos los bercianos.
-En ese futuro, acaban de anunciar un cambio de confección de la ciudad, con la semipeatonalización de la avenida del Castillo ¿es la apuesta más fuerte de mandato?
-No, rotundamente no. Es la parte de un todo. Hay que repensar la ciudad, porque, en muchos ámbitos Ponferrada se ha quedado obsoleta. Hay que pensar en otra ciudad. Tenemos un proyecto más ambicioso para toda la ciudad. En esa zona, con la fase correspondiente a la Ronda Sur por el barrio de san Andrés, con asfaltado de la avenida del Castillo, el desarrollo del S SUNC-3, son actuaciones que diseñamos en conjunto. Yo soy del barrio de San Andrés y estas inversiones que se han conseguido por parte de la Junta, de otra manera no llegarían y hay que aprovecharlas, creo que va a ser bueno para el barrio y para toda Ponferrada. Desde la serenidad, desde el rigor y la comunicación y la pedagogía, creo que es una actuación buena. Lo realizaremos en fases y el resultado va a ser buena para todos los vecinos.
-Una remodelación que se complementa con la reordenación de la zona del cementerio viejo, donde estará el nuevo consultorio y nuevas urbanizaciones ¿crece la ciudad hacia la zona alta?
-Es una zona estratégica para Ponferrada. Es la zona turística por excelencia, con lo que lleva implícito. Y lleva abandonada años. Merece una actuación que genere un barrio y una vida que ahora no tiene. Es una degradación absoluta y hay que poner en servicio aparcamientos, supermercados, el centro de Salud, que se va a desarrollar y la Junta está esperando a que le pongamos los terrenos a disposición. Y el cementerio se va a convertir en un espacio de recuerdo, ese es mi compromiso.
-Durante su año de mandato, le priorizaba mejorar las calles y los asfaltados. Se ha concluido la calle Gómez Núñez y la avenida de los Escritores, ¿queda alguna gran obra por hacer en ese sentido?
-Queda mucho por hacer, porque la ciudad que nos encontramos era una ciudad devastada, sin intervenir. En ello está trabajando la concejala Lidia Coca en una gran actuación ante el Castillo hasta la glorieta de Luis del Olmo incluida. También se va a asfaltar la Zona de Bajas Emisiones, porque el anterior equipo de Gobierno no trabajó en la accesibilidad ni en es el asfaltado. Intentaremos llegar a todos los barrios y pueblos de Ponferrada, pero hay que atender prioridades. Estas actuaciones transcienden a un único mandato, por la capacidad presupuestaria que tenemos. Estamos trabajando sobre prioridades en base a los informes internos de la casa y vamos a ir poco a poco. Al final de este mandato se va a ver una Ponferrada mucho mejor conservada y atendidda.
-En cuanto a emprendimiento, una de sus bases de gobierno era conseguir empleo ¿ha podido afianzar ese reto?
-Se está trabajando. Es una prioridad, no solo para el alcalde, también para la sociedad. El punto de partida es que se cerraron las térmicas 10 años antes y se prometieron miles de empleos, pero no ha existido transición, sino un cierre puro y duro. Toda la estructura desapareció de golpe sin alternativas, y eso requiere mucho esfuerzo. Hay que hacer una labor importante para conservar lo que tenemos. Para que las empresas sigan aquí, como es el ejemplo del Polígono del Bayo, con una importante inversión por parte de la Junta de 20 millones, pero insisto, casi en tono de súplica, en que el Gobierno libere esos 200 millones de euros para Tvitec, que comprometió en forma de préstamo, que generaría un importante nicho de empleo. De manera indirecta, vamos a trabajar en el resto de polígonos y pidiendo la mejora de infraestructuras. Estoy trabajando con el Ministerio de Transportes y tengo buenas sensaciones, en cuanto a lealtad con los compromisos con Ponferrada. Estoy muy esperanzado en que más pronto que tarde se inicie esa fase Requejo-Villamartín de la Abadía de la Autovía a Ourense y en tener una solución al lazo del Manzanal que nos condena a un ferrocarril del siglo XIX, con todo lo que generaría en desarrollo económico y de empleo.
-En los presupuestos de la Junta hay una clave en ese sentido, la apuesta por los polígonos industriales y por la Ponferrada de la luz, algo que también priorizaba, con esa metáfora de sacarla de su tono gris y triste… ¿le parecen una apuesta firme por el Bierzo? ¿Mantiene que hay letra pequeña con más inversiones que no se recogen en él?
-Son buenos presupuestos pero soy ambicioso y me gustaría que en los siguientes se triplicara esa cantidad. Tengo que agradecer estos presupuestos. He escuchado voces que han criticado estos presupuestos, cuando el Gobierno nos tiene condenados a estar sin ellos. Me parece una falta de decoro y de prudencia criticar los de la Junta cuando tu partido nos tiene sin ellos. Y mantengo la letra pequeña. Un ejemplo es la reunión que tuve con la gerente del Sacyl, que están esperando a tener los terrenos para realizar el nuevo centro de salud, con un presupuesto que me han confirmado que está ahí. Creo que estarán a la altura, como siempre lo han estado. Hay más proyectos que se irán regando y que no se ven en ese papel de presupuestos.
-En cuanto a Cultura, una cartera que ha querido encabezar, se han realizado inversiones de calado en el teatro Bergidum y el Museo del Ferrocarril cumple 25 años ¿hay más proyectos para ellos?
-La Cultura me hace feliz y por eso me gusta este área. Además,es muy fácil porque tengo un equipo magnífico. Son un regalo para la ciudad. Vamos a seguir invirtiendo en Cultura. Son espacios que han sufrido un abandono durante muchos años. El Bergidum no recordaba una inversión como la de ahora. Necesitaba no solo un lavado de cara sino más inversiones en iluminación y sonido. Vamos a trabajar en accesibilidad que nos preocupa y también en la sala Río Selmo. Vamos a intentar mejorar su escenario. Para el Castillo va a haber inversiones nuevas, cuando nunca tuvo partida propia. Quiero aumentar la plantilla de Cultura, porque están trabajando hasta la extenuación, un trabajo apasionado que agradezco.
-¿Ponferrada se está convirtiendo en esa sede de Congresos y reuniones que se quería?
-Es una realidad. Los hoteles están llenos durante la semana de asistentes a esos encuentros. Se van encantados con el carácter de los ponferradinos. Y quiero hablar de la Ciuden, porque estamos haciendo un trabajo en sintonía. Estoy encantado de cómo estamos desarrollando proyectos que son beneficiosos para Ponferrada y para El Bierzo, con un uso compartido de las instalaciones. Vamos a mantener esa sinergia y a impulsarla. La predisposición para trabajar codo con codo con Ciuden es absoluta. Es un tesoro patrimonial para Ponferrada.
-Queda mandato, pero ya se ve la luz de la ZBE ¿confía en el consenso encontrado en este tema?
-Creo que la clave de cualquier acción política es el diálogo y el consenso. Es lo mejor que le podemos ofrecer a la ciudadanía y Ponferrada es un ejemplo. Esta labor constructiva la agradece la ciudadanía. No sé si los acuerdos que alcanzamos son los mejores, pero creo que, cuando nacen del consenso y del diálogo, son los que mejores resultados pueden ofrecer a la ciudadanía. La ordenanza de ZBE, no sé si es la mejor, pero es una buena ordenanza fruto del consenso y de un trabajo eficaz y callado. No sé si seremos capaces de continuar en esta senda de acuerdos. Soy optimista, estoy esperanzado porque estamos en un momento en el que somos conscientes todos de conocer la realidad de Ponferrada y de anteponer los intereses de los ponferradinos a los intereses de las siglas. Vamos a trabajar poco a poco, dialogando, y mi reflexión es que, si hemos podido estar a la altura en estos temas, estoy convencido que lo estaremos para poder afrontar otra serie de temas que transcienden el mandato.