Un plan completo en O Bolo: historia, gastronomía y naturaleza

Ubicado en la comarca de Valdeorras, este municipio de montaña esconde una auténtica joya del barroco gallego

07/07/2024
 Actualizado a 07/07/2024
El Ayuntamiento rehabilitó el castillo, convirtiéndolo en el único visitable en la comarca de Valdeorras. | L.N.C.
El Ayuntamiento rehabilitó el castillo, convirtiéndolo en el único visitable en la comarca de Valdeorras. | L.N.C.

El Ayuntamiento de O Bolo, ubicado en la comarca ourensana de Valdeorras, es un gran desconocido que reúne en su territorio un paquete completo de historia, arquitectura, etnografía, paisaje de montaña y ríos; completado con una rica gastronomía basada en embutidos, miel y vino con denominación de origen Valdeorras. Encajada literalmente en la montaña, esconde una joya del barroco gallego, como es el Santuario mariano de As Ermidas con 400 años de historia. En lo alto del casco urbano reina un castillo de época medieval con torre de homenaje y doble sistema de murallas que fue asaltado por los Irmandiños y donde los visitantes se pueden vestir y sentirse como un caballero de la Edad Media. Además valoran el gran trabajo, reconocido internacionalmente del artista José Porto, más conocido como Yosso, al que le han creado un museo de pintura, único en la comarca. 

Tres espacios que además cuentan con servicio de guía turística para dar todos los detalles de cada lugar y poder conocerlos más a fondo.  El conjunto visitable se completa con varios miradores con excelentes vistas a las montañas, viñedos y ríos; así como molinos restaurados que nos enseñan trabajos tradicionales de un pasado reciente. Para un viaje redondo la rica gastronomía de la zona se puede degustar en 3 establecimientos hosteleros donde la carne de “vitela” (ternera) es la reina y los embutidos que se elaboran en este territorio. 

El viaje hasta O Bolo transcurre por la carretera OU-533 que comunica la localidad valdeorresa de A Rúa con A Gudiña. En el corazón de la comarca de Valdeorras nos encontramos con este ayuntamiento de 100 kilómentros cuadrados y 28 poblaciones que a pesar de contar con poca población, unos 1100 habitantes, son conscientes de que su riqueza histórica, arquitectónica y paisajística son un buen atrayente de visitantes. Invierten en ello contando con un servicio de guía turística, el único en toda la comarca de Valdeorras, para que el viajero pueda obtener el máximo rendimiento de su estancia. Lo primero que sorprende al entrar en sus tierras es el relieve montañoso, ya que se encuentra entre el macizo de Manzaneda y las sierras de Trevinca y Segundeira. Dos ríos: el Bibei y el Xares, son los encargados de formar pequeños valles aunque en gran parte de su recorrido permanecen encajados entre las montañas. Creando lugares como las Gargantas del Bibei que conforman un espacio natural declarado LIC (Lugar de Importancia Comunitaria).

Único castillo medieval visitable en Valdeorras

Las tierras de O Bolo fueron habitadas, en época prerromana, por los astures y la tradición sostiene que la villa está construida sobre un castro denominado Volobriga. La leyenda lleva los orígenes de este castillo al siglo XII y sitúa en él a la reina Urraca I. Sin embargo, el monumento actual es el resultado de la reconstrucción y ampliación de una fortaleza erguida en el siglo XV y atacada durante la Gran Guerra Irmandiña (1467-1469).

Su historia está marcada por pasar de ser jurisdicción de realengo a manos de los señores de Lemos y Trastámara y posteriormente a la familia Pimentel del Condado de Benavente. Siendo ellos los dueños, el castillo es atacado en la Gran Guerra Irmandiña. Don Juan Pimentel -señor de Allariz, Milmanda y O Bolo durante casi medio siglo (1461-1508)- fue uno de los líderes nobiliarios que protagonizó la derrota posterior de los irmandiños y mandó reconstruir y ampliar el castillo de O Bolo. Ya a mediados del siglo XVI, O Bolo retornó a jurisdicción real. 

El castillo quedó abandonado en el siglo XIX y a principios de los años 2000 el Ayuntamiento lo rehabilitó convirtiéndolo en el único castillo visitable en la comarca de Valdeorras. La fortificación conserva parcialmente su doble perímetro amurallado y tres de los siete baluartes que reforzaban el muro exterior. En el patio de armas está el aljibe del que partirían túneles hacia el exterior. La torre de homenaje tiene una altura de casi 20 metros y ofrece unas excelentes vistas del entorno. El proceso de restauración llevado a cabo, convirtió el castillo en un centro de interpretación diferenciado en dos espacios. Por una parte, la torre de homenaje se divide en tres pisos habilitados como centro de información sobre la historia y la vida en la Edad Media. Por otra, el edificio administrativo anexo a la torre cuenta con dos pisos convertidos en espacio de exhibición etnográfica y reconstrucción histórica interactiva. Es en esta parte donde el visitante se puede vestir como un caballero medieval a lomos de su caballo. Convirtiéndose en uno de los espacios más valorados por los visitantes de todas las edades.

El castillo está recobrando su historia de una forma lúdica a través de la “Feira Irmandiña” que este año celebrará su segunda edición el 14 de agosto con múltiples actividades y una feria de productos tradicionales.

Santuario de As Ermidas: un lugar con 400 años de historia

Este conjunto arquitectónico es primer recurso patrimonial más destacado de toda la comarca de Valdeorras y fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) en el año 2006. El santuario desafía las pendientes de la montaña en el fondo de un hermoso valle atravesado por el río Bibei.

En la Edad Media, unos eremitas o santones se cobijaban en cuevas-ermitas de este paraje, origen del topónimo, y fue en esa época cuando se produjo el hallazgo de una imagen de la virgen de madera.

El templo actual fue construido más tarde por orden del obispo de Astorga, Alonso Messía de Tovar, como agradecimiento de una curación milagrosa (1624).

Sucesivas reformas y ampliaciones, ideadas por Frei Nicolás de Madrid -responsable del Panteón Real del Escorial y, posteriormente, obispo de Astorga- convirtieron la iglesia en un edificio de tres naves, en el que la hermosa fachada barroca queda enmarcada por dos torres monumentales. El crucero está cubierto por una cúpula pétrea y la nave central fue decorada con un artesonado policromado del que cuelga un curioso exvoto; un galeón de madera. 

Entre los retablos que contiene destaca el que representa la Dormición de la Virgen -de los pocos en la Península-además del espectacular retablo central, que muestra la imagen de la patrona de Valdeorras. Tampoco hay que olvidar el altar mayor labrado en plata. Además, destaca en este lugar el vía crucis del siglo XVIII-con tallas policromadas de tamaño natural y quince estaciones- que recorre la aldea. 

Museo Yosso

El Ayuntamiento de O Bolo inauguró en el año 2022 el primer museo de arte de la comarca de Valdeorras. La sala está dedicada al artista local Yosso y se sitúa en un lateral del edificio del colegio público de O Bolo. Las obras del artista fueron cedidas por la familia y el ayuntamiento hizo una inversión para abrir este museo singular en el que se puede ver parte de la obra del artista de Valbuxán. Las visitas se hacen determinados días del mes y con previa reserva llamando al teléfono de Turismo de O Bolo: 606 01 71 05.

«Si mi vida son dos días daré uno a la pintura y otro a la poesía»: Toda una declaración de intenciones la que nos muestra en este verso el protagonista de este museo.

Miradores y  molinos del BIbei

Este municipio cuenta con hasta cuatro miradores señalizados que nos permiten admirar el paisaje de montaña, el viñedo que se desparrama por las laderas de las montañas y los dos ríos de esta zona. Destacan el de Cambela en plena carretera OU-533 con vistas al santuario de As Ermidas y al río Bibei, además del de A Salesa con el conocido en la zona como el ‘banco más raro del mundo’.

Además de las vistas cuentan en el área recreativa del río Bibei en el pueblo de As Ermidas con 3 molinos reconstruidos y visitables bajo reserva donde se puede ver como se elaboraba aceite, se molía trigo y hasta una minicentral eléctrica.

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