Los regantes que dependen del embalses de Barrios de Luna contarán este año con una campaña de riego garantizada con las máximas reservas. Así lo asegura el presidente del Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna, Julio César Carnero, que explica que gracias al buen año hidrológico, «la Junta de Explotación del Sistema Órbigo cuenta para la campaña de riego de este años con una dotación de 6.000 metros cúbicos, la máxima que se asigna cuando el pantano está a tope, y una cuota de reserva de 30 hectómetros cúbicos que nos permitirá regar sin ninguna complicación».
En concreto, el pantano de Barrios de Luna se encuentra actualmente al 89% de su capacidad, con 277,1 hectómetros cúbicos acumulados de los 310 que pueda almacenar, gracias en buena medida a las lluvias tanto de otoño como de invierno.
No obstante, Carnero incide en que «el pantano necesita más regulación porque somos un embalse anual con escasez de recursos hídricos y según estamos acabando la campaña, ya empezamos a mirar al cielo para ver si vuelve a llover y se recupera».
Pese a venir de un año hidrológicamente «bueno», el presidente del sindicato recuerda que «agrícolamente estamos sufriendo un apretón bastante fuerte en las zonas de regadíos por los insumos que están desfasados completamente y porque los precios son los que son porque nos regimos por lo que nos imponen desde EE.UU. y por los precios del acuerdo con Mercosur»; una situación que advierte que también está «condicionando» mucho el futuro del sector agrario y de los regantes que invierten gran cantidad de dinero para poder sacar sus productos en las mejores condiciones.
Modernización necesaria
Asimismo, Carnero defiende que «desde el Sindicato Central abogamos por seguir modernización el regadío porque es la mejor forma de hacer un uso eficiente del agua», por lo que reclamarán todas aquellas que estiman que siguen siendo «necesarias», especialmente en la zona del Órbigo, así como apostar por las plantas fotovoltaicas para autoconsumo de energía «para garantizar también un ahorro dentro de las explotaciones modernizadas».
Más regulación
Por otro lado, Julio César Carnero lamenta que el proyecto de las balsas del Órbigo está «muerto» en el que «todas las administraciones nos han engañado». Pese a ello, asevera que «el Sindicato Central no va a renunciar a seguir pidiendo más regulación una y otra vez y ha hemos enviado documentos a los ministerios de Transición Ecológica y al de la Agricultura, así como a la Confederación Hidrográfica del Duero y la Junta para reclamarles una serie de medidas». La que destaca como «prioritaria» y donde todas las posturas entre las partes implicadas coinciden es en el paso de la Comunidad de Manganeses de Zamora, que está en la cola del Órbigo, a formar parte del sistema del Tera. «Estamos en trámites y parece que llegaremos pronto a un acuerdo para que así sea».
No obstante, afirma que, en vez de dos balsas, seguirán reclamando una sola «para mejorar la regulación». Además, indica que «lo que no nos vamos a olvidar nunca de reivindicar por mucho que nos digan que no se puede hacer es un cerrado de Omaña con un porcentaje de 60 o 70 hectómetros cúbicos que consideramos que es una posibilidad buena y viable para lograr más regulación».
Mucho futuro por delante
Pese a todos los problemas, Carnero reconoce que desde el Sindicato Central son «optimistas» de que hay futuro «porque el regadío de la provincia de León tiene un enorme potencial y nosotros seguiremos apoyando y confiando en todos los regantes», a los que también aprovechar para desear un feliz Día Mundial del Agua.