Tecnologías de almacenamiento, reducción y reutilización de CO2

ICAMCYL coordina un proyecto europeo que marcará el futuro de Europa

05/06/2024
 Actualizado a 05/06/2024
Imagen de archivo.
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El pasado 23 de noviembre, la temperatura global terrestre alcanzó un hito histórico al superar los 2°C respecto a los niveles preindustriales, según el Servicio de Monitorización del Cambio Climático Copernicus. Este preocupante incremento subraya la urgencia de implementar medidas efectivas para combatir el calentamiento global.
En respuesta a esta creciente amenaza, una coalición internacional ha lanzado la Iniciativa de Gestión de Carbono, con el ambicioso objetivo de almacenar colectivamente 1,2 gigatoneladas de CO2 para 2030. Este esfuerzo global reúne a la Unión Europea, China, Estados Unidos, Canadá y Brasil, respaldados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Agencia Internacional de Energía. 
Dentro de este contexto, surge C-SINK, “Acciones necesarias para garantizar el despliegue a gran escala de los principales enfoques para la eliminación de dióxido de carbono que permitan cumplir los objetivos climáticos de la Unión Europea” un proyecto financiado por la Unión Europea a través del programa Horizonte Europa, que coordinado por la Fundación ICAMCYL, busca coordinar esfuerzos para encontrar las tecnologías más eficientes de cara a eliminar el CO2 atmosférico a gran escala. La idea del proyecto es sinérgica a los nuevos esfuerzos de Europa por crear ecosistemas de innovación industriales resilientes que deben tender hacia una política efectiva de “nulas emisiones”, tal y como el tecnólogo y director general de la Fundación ICAMCYL, Santiago Cuesta López ha presentado recientemente en los planes estratégicos de la UE. El objetivo del equipo de tecnólogos que trabajan en ICAMCYL es coordinar instituciones y empresas a lo largo del territorio Europeo, para que innoven e implanten en nuestro territorio las principales tecnologías de absorción generando sumideros de carbono efectivos que traten de mantener ese aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C. Con un presupuesto de 5.3 millones de euros y una duración de 48 meses, el proyecto evalúa siete tecnologías altamente innovadoras de eliminación de dióxido de carbono. 

Objetivos y Tecnologías para constituir la viabilidad de las tecnologías de captura de CO2:
C-SINK tiene como meta construir un mercado europeo de eliminación de CO2, donde la absorción de CO2 se convertirá en una moneda para la industria, con el objetivo de generar producción con cero emisiones de CO2, para lo que el proyecto está desarrollando y consultando metodologías de contabilidad certificadas, que den lugar a una estandarización. Las evaluaciones científicas abarcan la viabilidad tecnológica, legal, política, económica, social y ambiental de los métodos de eliminación, que incluyen:
La fijación biológica de carbono (BCO2) es el proceso en el que organismos como plantas, algas y bacterias capturan CO2 atmosférico, ayudando a reducirlo y mejorar la fertilidad del suelo. En C-SINK utilizamos procesos biológicos como la biolixiviación y la biorremediación, a través de pruebas en tres pilotos se desarrollan en Alemania, Eslovaquia y Croacia.
La aforestación (AF) consiste en reforestar áreas históricamente deforestadas. Este método ayuda a capturar y almacenar dióxido de carbono y mejora la biodiversidad, y restaura ecosistemas degradados. C-SINK está realizando testeos de aforestación en pilotos ubicados en Estonia y España.
El biochar con/sin captura y almacenamiento de carbono (BC/BCCCS) consiste en la generación de carbón a partir de biomasa mediante pirólisis. Su utilización en suelos agrícolas puede aumentar la retención de agua y nutrientes y C-SINK está realizando estudios en esta dirección en Turquía y Portugal.
Los suelos artificiales (AS), elaborados a partir de residuos no peligrosos para la mejora agrícola y restauración de zonas degradadas se están probando en C-SINK en un piloto en una explotación minera en España.
La bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) se trata de la producción de energía a partir de biomasa, como madera o residuos agrícolas, mientras se captura y almacena el dióxido de carbono generado. Existen ya casos de éxito en funcionamiento con integración de biochar y generación de energía a partir de biomasa, y en C-SINK se está trabajando con dichos proyectos en España y Reino Unido.
La meteorización mejorada (EW) es la captura y reducción de CO2 mediante la aceleración en la reacción química con silicatos alcalinos en escombreras y estériles de mina. C-SINK está realizando pruebas en pilotos de España y Suecia.

Impacto, futuro y posición europea:
El consorcio de C-SINK incluye a 24 organizaciones de 11 países europeos, combinando habilidades en tecnología de eliminación de carbono, redacción de estándares CEN e ISO, leyes climáticas y comercio de carbono. Este esfuerzo colaborativo liderado por la Fundación ICAMCYL busca armonizar estándares y crear un marco común para las tecnologías evaluadas.
C-SINK aspira a generar un impacto significativo, aumentando la conciencia ambiental, la confianza en las tecnologías de eliminación de CO2 y la inversión en proyectos sostenibles. Estos avances podrían transformar la industria hacia una economía más resiliente y circular, alineada con las políticas de captura de carbono de la Unión Europea. Con estos desarrollos, C-SINK está contribuyendo al esfuerzo global para mitigar el cambio climático, impulsando nuevos modelos de negocio y fortaleciendo el compromiso internacional en la lucha contra esta crisis.

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