Cada detalle cuenta en una boda y en el Palacio de Canedo, si de algo saben, es de detalles. No en vano es el monumento del Bierzo más visitado después de las Médulas. Aquello es Patrimonio de la Humanidad, y esto es patrimonio de todos los que aman las tradiciones y respetan las raíces de lo que nos ha hecho singulares, diferentes y grandes, muy grandes. Por eso, al elegir un lugar en el que congregar a la gente que más quieres y construir un día inolvidable, el Palacio de Canedo es una elección ganadora.
El monumento, el paisaje de veranos preciosos, otoños de ensueño, primaveras prodigiosas, inviernos luminosos… Cualquier momento es bueno para asomarse al corredor y llenarse de naturaleza y de paz.
Los protagonistas son los novios en el Palacio, y si te apetece pisar uvas al terminar tu ceremonia… pues los novios pisan uvas y los invitados brindan con mosto nuevo si es tiempo de vendimia. Por eso no ha habido dos bodas iguales, todas tienen su detalle que las hace diferentes. Al fin y al cabo, ¿No es cada cosecha de vino que sale del Palacio diferente a la anterior? ¿No es cada habitación del Palacio diferente, cada puerta, cada silla? ¿No es única cada pareja?
Con esa filosofía los encargados de las bodas encaran cada proyecto de boda. Escuchan a los novios, van tomando conciencia de sus gustos. El amor es lo que los trae al Palacio, así que el amor tiene que estar presente en cada paso que se da, tanto en la escenografía como en el menú de la boda. Las raíces son las de 25 generaciones que han mantenido el Palacio hasta hoy, la tradición de la piedra y la madera, la cocina tradicional y el afán tan berciano por cuidar a los invitados al máximo.
De ahí parte un saber hacer clásico adaptado a los tiempos, innovando platos contemporáneos en el que se dan cita los ingredientes típicamente bercianos con los nuevos inquilinos de la cocina moderna. Al fin y al cabo, el Palacio ha sobrevivido tanto tiempo porque ha sabido adaptarse a cada época y ahora más que nunca.Y todo maridado con los grandes vinos de la casa, desde el espumoso Xamprada a los aguardientes artesanales pasando por los cócteles a base de la Limonada de Prada o el Biermú, estrellas en el mercado internacional.
El Palacio dispone de un amplio jardín para ceremonias y cócteles al aire libre, un patio tradicional en el que lo mismo se da cita una pulpeira como si de una feria clásica se tratara, que un cortador del mejor jamón ibérico del mercado. Y si la boda es muy grande, pues disponemos de la bodegaEn el Palacio presumen de que los que lo eligen no se casan «en» el Palacio, sino «con» el Palacio, porque formará parte inherente de sus vidas.
Un Palacio de cuento para tu boda en Canedo
Un monumento berciano para ayudar a los novios a construir su día
28/02/2020
Actualizado a
28/02/2020
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