Villamanín: Una vía, tres campamentos y grandes hallazgos arqueológicos

La Vía Carisa es uno de los trazados más antiguos conocidos en el norte leonés, siendo mejorada en el año 26 antes de Cristo por el general Publio Carisio

07/03/2025
 Actualizado a 07/03/2025
En la imagen, recreación de uno de los campamentos hallados en la Vía Carisa.  | EMH
En la imagen, recreación de uno de los campamentos hallados en la Vía Carisa. | EMH

Una vía romana, tres campamentos descubiertos hasta el momento, y una historia mucho más grande que contar en Villamanín. La Carisa se mantiene a la espera, en el límite natural entre León y Asturias, a que todos sus secretos sean desvelados. 

La Vía Carisa es uno de los trazados más antiguos conocidos en el norte leonés, siendo mejorada en el año 26 antes de Cristo por el general romano Publio Carisio, al que debe su nombre. Publio Carisio fue clave en las guerras cántabras, y decisivo para la derrota de los astures en Lancia y para la posterior conquista de la Asturias transmontana. En el municipio leonés de Villamanín, el acceso a la Carisa se sitúa en la localidad de Pendilla de Arbas. 

La zona arqueológica de la Carisa, en el cordal de Carroceo, entre los concejos de Villamanín, Aller y Lena, ha supuesto uno de los hallazgos arqueológicos más significativos en los últimos años, con evidencias de gran valor en ubicaciones como Llagüezos, o Curriellos, o Cuaña, entre otros.

El yacimiento Pico Llagüezos se encuentra entre los municipios de Villamanín y Lena, y albergó y formación militar de gran amplitud, con una extensión de unas cuatro hectáreas. El campamento de Curriellos es el más gran de hallado en la Vía Carisa, con una extensión de unas cinco hectáreas y una fortificación compleja. Por último, el recinto de La Cuaña presenta unas dimensiones menores y una planta elíptica, haciendo uso de las escarpadas laderas para su defensa. 

De material bélico a un denario de plata

En las distintas campañas arqueológicas sobre el terreno se han hallado distintos objetos de claro origen roma no como fíbula imperdibles con los que los roma nos sujetaban las túnicas- y también material monetario. También se ha encontrado en este enclave abundante material bélico como puntas de lanza, cuchillos, o las tachuelas de las sandalias ‘clavi caligarii’, regatones de jabalina –pilum– , puntas y clavijas de tiendas de campaña, además de elementos de catapulta y herramientas. Uno de los hallazgos más significativos fue una moneda, un denario de plata que fue emitido entre los años 90 y 89 antes de Cristo. 

Una ruta desde Pendilla de Arbas 

Acercarse un poco a la historia de La Carisa es una posibilidad para quiénes opten por realizar la ruta de senderismo Pendilla-La Carisa-Tres Concejos. De carácter circular, y casi cinco horas de duración para recorrer algo más de 15 kilómetros, comienza en el punto donde se encuentra el cartel informativo de la Calzada Romana, cogiendo la pista que irá subiendo poco a poco a la collada Propinde. Desde este punto existen varias opciones: visitar el castro romano situado en lo alto del monte que se divisa justo a la izquierda; subir al pico Tres Concejos a nuestra derecha por veredas de ganado; o regresar sobre nuestros pasos hasta la curva y adentrarnos en el bonito valle de Bustamor donde se pueden ver varias cascadas.

Del Imperio Romano a la Guerra Civil española

La presencia militar del Imperio Romano en La Carisa no es la única. Más recientemente en el tiempo, el enclave también jugó un papel dentro de la Guerra Civil española y los años posteriores. Así se desprende del artículo ‘Hallazgos relacionados con la guerra civil española y la posguerra, en el pico L.lagüezos (Villamanín, León / Lena, Asturias), perteneciente a la Zona Arqueológica de La Carisa’  de los arqueólogos Diego Díaz y Esperanza Martín.

Las labores en el yacimiento de Llagüezos sacaron a la luz «cartuchería, envases, instrumentos musicales y otros), asociada además a un conjunto de construcciones en piedra, que parecen haber servido de zona de refugio para un pequeño contingente de tropas, abunda en el conocimiento de este período. Los resultados obtenidos hacen pensar en la posibilidad de que se trate de un punto de control del bando franquista, posterior a la caída del Frente Norte, destinado a la vigilancia de la zona y persecución de huidos del bando republicano, en un periodo coetáneo con los inicios del maquis». 

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