Donde duerme el obrero...

La última de La Nueva Crónica

Por Fulgencio Fernández y Saúl Arén
11/10/2024
 Actualizado a 11/10/2024
| SAÚL ARÉN
| SAÚL ARÉN

Ya había visto varios días a un hombre de mediana edad, que dicen las crónicas de sociedad, durmiendo en una puerta cercana a San Isidoro. Me llama la atención lo bien que le quedan las medidas, el ancho de la puerta (cerrada, claro) mide exactamente lo mismo que las piernas del ‘inquilino’ por lo que queda como encajado, no se ‘escurre’. 

Esta semana coincidió que despertaba cuando pasé. Se estiró como después de una buena siesta cuando le interrumpo a medio gesto:
- ¿Duermes bien ahí?
- Como un ángel.
- Está hecha a tu medida.
- Lo que saben los arquitectos.

No lo dudes.

Como los fabricantes de furgonetas, que las hacen de un ancho exactamente igual a la estatura del obrero que la conduce para que en un alto mínimo en el camino pueda el buen hombre robarle una corta siesta al reparto. 

Así es la vida del obrero, tan beneficiado por la justicia divina haciendo instrumentos de trabajo que siempre se ajustan a sus medidas... o, más bien, el hombre se apaña como puede.

¿Cómo le van a entender estos que le legislan, al obrero, si cuando el hotel no es de cinco estrellas tuercen el morro por cómo las instituciones (pagamos nosotros) están bajando el nivel?

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