Hasta un jabalí puede ser tierno

La última de La Nueva Crónica

30/01/2025
 Actualizado a 30/01/2025
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Hasta en los animales hay clases. Es evidente que los hay con buena prensa –¿quién no se enternece con un osezno, un indefenso ciervo al que llamarás Bambi o una cría de mastín?– y los hay castigados, por una u otra razón.

¿Quién no ha escuchado pestes de un jabalí o quejas de los muchos que hay? Tal vez paguen sus culpas de los amaneceres de praderas hozadas como si hubieran pasado tractores de siete rastros, tal vez paguen caro el estigma de ser familia del cerdo pero sin el aval de su pariente doméstico de ser quien llena el arcón cada año.

Tal vez esté en la memoria alguno de sus ataques como el de aquel cazador que Omaña al que dio siete cuchilladas uno que se había hecho el muerto pero no lo estaba. Tal vez quien lo cuenta y maldice tuvo un encontronazo con uno con su coche y le produjo más desperfectos que chocar contra una pared... Tal vez.

Y, sin embargo, también ellos tienen la cara amable de la cría del mastín o la ternura del osezno. También ellos tienen crías y podrían producir ternura cuando las acunan a sus pechos o has encontrado una jabalina conduciendo una hilera de seis o siete rayones.

Y, sin embargo, te fijas en la mirada desafiante del jabalí desde la cuneta.

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