Lo que el rito esconde

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
11/02/2025
 Actualizado a 11/02/2025
| MAURICIO PEÑA
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Muchas veces las tradiciones, los viejos ritos y sus pompas enmascaran un discurso que el paso del tiempo haría indefendible. Y si despojamos de presunción de veracidad que cualquier tiempo pasado fue mejor y lo dejamos en la simple broma de que cualquier tiempo pasado... fue anterior, pues entendemos mejor que siga viva una costumbre de buscar a una mujer cada año para entregarle un metafórico bastón de mando... por un día y a condición de que se lo devuelva al hombre al día siguiente.
Difícil de digerir. Al menos si viajas a la hemeroteca encuentras que se han desterrado algunas bromas de escaso gusto que en cada fiesta de Las Águedas encontraban caldo de cultivo incluso en papel escrito y en boca de autoridades y asistentes. No las voy a reproducir, las estás imaginando.
Si además lo aliñas con la religión, acoges en el rito a una santa siciliana a la que cortaron los pechos pero apareció un ángel con una planta mágica salvando así la fecundidad...
Tal vez sea mejor lectura, en esa tradición de unas horas al frente de la nave, lamentar lo que nos hemos perdido durante tantos siglos no multiplicando por 365 los días de duración del rito.
Incluso en ese raquítico día de reinado, en un minuto que les dieran, tienen tiempo suficiente para dejar ejemplos, estampas, imágenes, justicia por hacer. Mira la foto. Aunque sea para un día, para ir a una fiesta, nuestras leonesas no olvidan esa carga genética irrenunciable y eterna de ser las protectoras y guardianas de la casa, de esas familias por las que han tirado con la misma falta de reconocimiento que cuando les entregas la vara... por unas horas. 

 

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