Si alguien dijera Rosebud

La última de La Nueva Crónica

20/02/2025
 Actualizado a 20/02/2025
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Cuando el millonario Kane lanzó al fuego eterno de la chimenea su trineo y pronunció la enigmática palabra Rosebud abrió la ventana de todo tipo de finales, especulaciones, leyendas urbanas, hechos basados en la realidad... incluso una de las teorías debería ser verdad.

O no.

Una verdad sería la última mirada a la patria feliz de la infancia, de la inocencia, de la añoranza. Pero otra verdad, de la misma escena y de la misma palabra, sería la última mirada a los fríos de la infancia, a la nieve de los recuerdos envueltos en pobreza.

La única verdad común a los dos polos opuestos es que detrás de la escena latía la infancia, la única patria de la que casi nadie reniega, sea feliz o desgraciada. La ventana abierta a una inagotable fuente de historias y recuerdos, la única explicación dada por buena, por ejemplo, para justificar que León haya acunado muchos más, muchísimos más, escritores y creadores en general de los que le corresponderían por cupos, estadísticas, números e, incluso, por la lógica de ‘una pequeña provincia de provincias’.

Pero ahí están.

La única verdad incuestionable de esta foto de hoy es que detrás de ella late la infancia amarilla dibujada en la cara de Piolín, Pikachu, el Pollito Pío o quien sea (tanta infancia seguida de dibujos animados me produce más despiste que el diccionario de la RAEa Belén Esteban)el muñeco que ahí quedó arrumbado, en el alféizar de la vieja ventana.

Si fuera el muñeco del millonario Kane se abriría la ventana a las leyendas. Ponle tú el nombre que quieras, pronúncialo con voz enigmática y deja que las leyendas crezcan. Incluso crea la primera.

Archivado en
Lo más leído