Lo último en puentes

La última de La Nueva Crónica

08/04/2024
 Actualizado a 08/04/2024
| L.N.C.
| L.N.C.

Lo que con los ojos de 2024 estás viendo como una peligrosa antigualla hace menos de un siglo fue un gran avance, incluso se podría definir en los paneles explicativos —que no existían—como "lo último en puentes". Y a nadie le sonaría a extraño. Lo era, aunque la provincia estuvo sembrada de asombrosos puentes romanos sobre cuyas piedras nacieron otros medievales que fueron y son orgullo de nuestro patrimonio.

Pero era lo último en puentes para aquellos paisanos que vivían a uno y otro lado del mismo. Que se lo hubieran preguntado a las gentes leonesas de Puente de Domingo Flórez y a las orensanas de Quereño; aquellas que antes de su construcción cruzaban con familias y animales en una de aquellas barcas que atendían familias de barqueros que sabían bandear como nadie las olas de la inestabilidad del río.

Menuda modernidad el puente, que tenía peaje para quienes lo cruzaban, una recordada y desaparecida caseta en la que una buena mujer, vecina del lugar, cobraba hasta cuatro reales, dependiendo la carga.

La modernidad siempre llegó con fielato.  

Archivado en
Lo más leído