¿Y no pueden teletrabajar?

26/09/2024
 Actualizado a 26/09/2024
MAURICIO PEÑA
MAURICIO PEÑA

Todo cambia para que todo siga igual. Cada vez que acaban ‘un cacho’ (unidad de medida que todavía no ha homologado el Sistema Métrico Decimal) de carretera, ponen una antena paranoica, cambian el camión de la basura o el de limpiar las carreteras de nieve, acaban un centro de interpretación de lo interpretable o similares... acuden todos al acto inaugural. Allí les espera el alcalde y varios pedáneos, con las tijeras en la bandeja para el acto de cortar la cinta, tomar el vino (español, por supuesto), comer cordero, arreglar el resto de España que no depende de ellos y a otra cosa.

No está documentado que en alguna de estas inauguraciones no les gustara el asfalto y lo mandaran cambiar, preguntaran si salían ellos en las teles que coge la nueva antena y la sustituyeran por otra, que en el centro de interpretación preguntaran algo que no se le ocurriría, es un decir, a una princesa venida desde Madrid que jamás le preocupó cómo se extrae la pizarra o la miel que interpretan.

Pero siguen acudiendo como si hiciera falta. Los alcaldes les siguen invitando como si su ausencia convirtiera la novedad en un acto fallido e inútil para el futuro de la población de la ruralidad.
No es extraño que el paisano del banco, al que han roto su rutinaria paz diaria, se pregunte: «¿Y estos no podrían teletrabajar?». 

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